Historia completa

 Holaaa

 Buenoo, aqui os dejo toda la historia publicada hasta ahora, espero que hos guste ^^

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Me despierto sobresaltado y con sudores fríos, otra vez la misma pesadilla, cuanto más se acerca el día más viva es la pesadilla, me levanto y me acerco al calendario de la puerta. Lo observo horrorizado, hoy es el día, hace exactamente un año mi hermano mayor fue elegido para la cosecha.
Recuerdo exactamente el día, yo era pequeño, tendría unos seis años cuando le eligieron, mi padre me dijo que se había marchado a un lugar mejor, que no volvería.  Pero yo sabia exactamente lo que había pasado, a las tardes cuando me mandaban a mi cuarto observaba desde la cerradura la televisión. Y cuando mi hermano mayor murió, todo cambio: mi  padre no comía, mi hermana se pasaba todo el día en su habitación llorando, mi madre no trabajaba… Pasaron los años y se tranquilizaron. Pero nada volvió a ser lo mismo.
Salgo del cuarto y voy a la cocina, me encuentro el desayuno preparado y a mi madre sacando nuestros mejores “galas” por así llamarlo. Me acerco y le doy un beso en la mejilla, tiene los ojos llorosos, seguro que ha soñado con Pinus, mi hermano. Desayuno y me boya al cuarto de baño, me baño y me ato la camisa con dificultad.
Cuando salgo me encuentro a toda la familia reunida lista para marchar. Llegamos a la plaza principal sin hablar y vemos la decoración, pancartas y pantallas enormes colgadas por toda la plaza, anunciándonos que los juegos del hambre están a punto de comenzar.
Justo cuando el reloj da las dos la alcaldesa Johana sube y empieza a leer. Es el mismo discurso de todos los años, de como se creo Panem, de los días oscuro y de muchas cosas mas sobre las que no le presto atención. Dos personas suben al escenario: Nuestro último ganador Malus Obornanth y Jolins Butterfield, la persona que sacara de la urna a los dos tributos de este año.
La mujer sube con rápidas zancadas, se sitúa con una forzada sonrisa frente al micrófono y empieza a hablar:
 -¡Felices Juegos del Hambre! ¡Y que la suerte esté siempre, siempre de vuestra parte!- Y empieza a darnos su discurso de cuanto le gusta nuestro distrito y de lo agradecida esta de sacar ella las papeletas- Bueno, como siempre ¡Las damas primero!
Se quita el guante con cuidado y saca una papeleta de la enorme urna- ¡OLEA SANDAR!-grita, se escuchan unas cuantas exclamaciones y una chica de unos diecisiete años se acerca con paso tembloroso, la conozco, va  a un curso mayor que yo, creo que su padre y el mio trabajan en el mismo apartado de tala de arboles.- Bueno y ahora los chicos,-se acerca a la urna,  saca una papeleta y lee el nombre en alto-  PETER CORYLUS.



Me quedo paralizado, ¿YO? No, no puedo ser yo, noto las palmadas de ánimos que me dan los compañeros, no me queda otro remedio, salgo al pasillo central y me dirijo al podio cabizbajo no me entero de nada de lo que pasa a mi alrededor, solo miro a mi madre y la veo llorando, dos miembros perdidos en los juegos del hambre.
De repente me encuentro dentro de una sala perfectamente decorada, la puerta se abre y aparece toda mi familia, todos llorando desconsoladamente. Me abrazan y nos quedamos así asta que nos separan.
-Te echaremos de menos-  Me dice mi madre antes de que se cierre la puerta- Te queremos.
No espero ninguna visita más, así que me siento en uno de los lujosos sofás y espero a que me vengan a buscar. De repente se abre la puerta y parece mi mejor amigo, Robín, no le esperaba, puesto que siempre evita las despedidas.
-Peter…-exclama con los ojos llorosos-¿¿ Como as podio salir tu y no otro?? Siento haber tardado tanto en venir, pero he ido a mi casa a buscar esto- Se mete la mano al bolsillo y saca un fino colgante hecho con un cordel y que tiene un árbol rodeado por un aro.
-¿Como lo as conseguido? te ha tenido que costar un montón de dinero…-Exclamo sorprendido cuando me lo pone en la mano.
-Lo encontré en casa hace un tiempo… quiero que lo tengas para que…-Pero la puerta se abre y un agente de la paz se lo lleva a rastras.
Otro agente me acompaña al coche que nos llevara a la estación, me subo y miro los bosques pasar, cuando me bajo del coche veo un montón de cámaras enfocándome a mí y me abro paso entre los cámaras como puedo, en cuanto subimos las puertas del tren se cierran y se pone en marcha. Malus me dice que haga lo que quiera, que estoy en el capitolio y que aproveche todo lo que pueda mientras me quede de tiempo de vida.
Eso me duele, puesto que quiere decir que cree que no sobreviviré, y empiezo a pensar en mi familia, en Robín y en como se sentirán cuando me claven un cuchillo en el cráneo o vete tu a saber lo que. No puedo evitarlo y entro corriendo en mi habitación, me hecho en la cama y empiezo a llorar.
Después de desahogarme con la almohada entro al baño y me ducho como puedo, sin saber que botones toco y cuales no. Abro el armario y evito las prendas verdes, me recuerdan a casa, me pongo una camisa blanca y unos pantalones marrones, me cuelgo el amuleto de Robín y salgo de mi cuarto.
Cuando llego la cena ha empezado, me fijo en Olive: esta preciosa, se ha recogido su precioso pelo castaño claro en una preciosa coleta atada con un lazo rosa y lleva un vestido blanco, intento no mirarla demasiado, pero es inevitable. La cena transcurre normalmente, cenamos todo lo que podemos y vamos a otro vagón a ver el resumen de las cosechas de todo Panem. Cuando llega nuestro distrito me levanto y me voy, prefiero no verlo.
Entro en mi habitación, me desvisto y me pongo un pijama de seda marrón, me encanta ese color. Me meto entre las sabanas e intento dormirme, mañana llegaremos al Capitolio.

-¡¡Arriba dormilón!!- me grita Jolins sacudiéndome salvajemente- ¡Hoy va a ser un día importantísimamente importantísimo!- Y sale estrepitosamente de la habitación. Me levanto y me pongo la misma ropa que ayer.
Cuando llego al vagón comedor todos están sobre la mesa discutiendo sobre el traje que llevaremos en el desfile. Me siento y me lleno el plato con diferentes tipos de frutas y con dos huevos fritos.
-Yo creo que llevareis unos trajes hechos con hojas de pinos.-Exclama Jolins emocionada, estoy seguro de que es a la única que le interesa el tema.
-Yo creo que iremos vestidos como arboles-suelta Olive, me equivocaba.
Cuando acabamos todos Malus nos comienza a dar consejos:
-Bueno, este año sois vosotros los tributos, y tenéis buena pinta- nos dice mirándonos de arriba a bajo.- Tu, pareces musculoso y fuerte, aunque no se si muy astuto- me dice señalándome con un dedo larguirucho- y tu guapa, pareces astuta pero no muy fuerte ¿A que os dedicáis?
-Yo… ayudo a mi madre a plantar nuevos arboles- Dice Olive con una tímida sonrisa.
-Y yo… ayudo a mi padre con la tala de arboles
-Bien, bien ¿Así que manejaras perfectamente el hacha?
-Bueno, se hace lo que se puede…-digo tímidamente, aunque sea uno de los mejores del distrito no quiero parecer presumido.
-Bale, haber. Olive tu en los entrenamientos intenta estar el mayor tiempo posible haciendo pesas y tu… haz lo que quieras.- El tren se para y veo desde la ventana los enormes edificios del Capitolio y toda la excéntrica gente del Capitolio.
Cuando salgo unos agentes de la paz me acompañan asta un coche que me lleva a un enorme edificio.
-Aquí es donde esta todo el apartado de los juegos del hambre- Nos dice Malus viendo nuestras caras de asombro. Al salir entramos y bajamos asta un sótano tenuemente iluminado, donde nos separan a Olive y a mi y nos meten en unas pequeñas habitaciones.
-Hola, soy Aine, una de tus estilistas.-me dice una chica alta y delgaducha con el pelo granate y los ojos demasiado grandes para ser normal.
-Y hola, soy Antoni otro de tus estilistas, -me dice un tipo bajito y con el pelo muy corto por unos lados y muy largos por otros.
-Ho- Hola, soy Peter.-les digo asombrados por sus pintas, me arrastran asta una especie de mesa,  me desnudan y cada uno empieza a labrarme una parte de mi cuerpo mientras hablan sobre la nueva moda de llevar los ojos saltones.
Aine me pone una especie de liquido pegajoso en las piernas y empieza a quitármelo fuertemente mientras Antoni me corta las uñas y me da extraños potingues en ellas. Después de tres horas estoy exhausto, me han quitado todo el vello no deseable, me han dado extrañas cremas y potingues por el cuerpo y me han peinado el pelo como si fuera una ola. Aun me están acabando de dar crema en los labios cuando una chica alta y morena con pero negro azabache entra en la habitación.
-Hola, soy Gisele.- dice amablemente.
-Y yo…
-Chissst – me dice Antoni- aun no hemos acabado con tus labios.
-Dejadlo con migo, yo acabo con el.- acto seguido salen de la habitación hablando sobre sus nuevos móviles.
-Hola, bueno soy Gisele, tu estilista- me dice con una enorme sonrisa.
-Pues yo soy Peter, un placer.-le respondo.
Acaba de darme un último potingue en los labios y me ayuda a ponerme un extraño traje marrón.
-Mírate en el espejo- me dice y lo hago sin desobedecer.
Me quedo maravillado, tengo el presentimiento de que este año aunque el traje sea como el de los otros años va a ser completamente distinto.
-Cógeme por la cintura- me dice sin más.
-¿Por la cintura?
-Si, rápido que no tenemos tiempo- le cojo, parece que esta echa con papel mache, no pesa nada.- Ahora dame la vuelta- lo hago sin rechistar y se queda mirando al suelo.- Bien, puedes con migo perfectamente, haz lo mismo justo cuando lleguéis a la mitad del recorrido.
-Per…
-Chissst sin rechistar-me dice- vamos.
Vamos a donde las carrozas y me encuentro a Olive con un precioso vestido marrón de bailarina  con un tutu, tiene la espalda a descubierto y tiene un estampado precioso. Me fijo mejor en los caballos y en la carroza, los caballos son del color de la avellana, como mis ojos y la carroza esta muy lograda: Parece que es una parcela de tierra sacada de mi distrito, con su yerba, sus hongos, etc.
Nos montamos en la carroza y nos disponemos a salir.



Hola a todos los espectadores Panem! ¡Y bienvenidos a la retransmisión en directo de los Juegos del Hambre! ¡Hoy os presentamos el desfile de los sexuagésimos primeros juegos del hambre!- Oigo a Caesar presentando el desfile.
-Exactamente Caesar. ¡Que comience el desfile!- le responde su compañero Claudius.
La primera carroza de la sala avanza lentamente hacia la salida.
-Os presentamos a los tributos del Distrito 1: ¡Safir y Tigru!- Dice Claudius entusiasmado- ¡¡Mira que vestidos!! ¡Que telas, que diseño! Me encanta como hace que parezca que son mitad rocas sin labrar y la otra mitad labradas, encima con la Estagorrita, ¡me encanta ese color granate que tiene el mineral!- Se le nota que esta muy entusiasmado.
-Tienes razón Claudius, son unos vestidos preciosos, y aquí tenemos a los tributos del distrito 2: ¡¡Janny y Rosee!! Que vestido más original, como el distrito 2 es la mayor fuente de proveedores de los agentes de la paz. ¡El chico va vestido como un agente de la paz! Aunque con distintos colores y con una chaqueta completamente preciosa…
-Y mira la falda de Janny ¡de la cintura le salen chispas de todos los colores! ¡Creando una falda preciosa y vistosa!- Le corta Claudius, esta más entusiasmado de lo normal…
-Exactamente Claudius ¡Me encanta! Y… Os presentamos a los tributos del distrito 3: ¡Hailey y Chipp! Se nota que se dedican a la electrónica, los dos van vestidos con sencillos vestidos hechos con cables y con los colores informáticos: verde, rojo y azul.
-Si… no es que me encanten Caesar, eran demasiado previsibles… Pero no hay mal que por  bien no venga, aquí tenemos a los tributos del distrito 4: ¡Selach y Gadus! Y… ¡¡¡mira que vestidos Caesar!!! Son completamente preciosos, que originales, que telas… ¡Me encanta!
-Es verdad Cladius, el 4 va realmente bien vestido, parece que son figuras de agua ¡Con peces y todo! Simplemente maravillosos. No puedo parar de contemplar los trajes, mira como el público piensa lo mismo, les están tirando miles de rosas. ¡Me encanta!
-¡Nos encanta!- replica Claudius enfadado, se nota que es todo teatro, me pone de los nervios.- Y aquí tenemos a los tributos de distrito 5: ¡Electra y Voltti!- y de repente se le pasa el enfado…- ¡mira como les salen chispas de los generadores! La chica lleva un vestido atrevido, con un gran escote y con una falda que hecha chispas ¡Literalmente!
-Si mi gran amigo, pero no le llega ni a la suela del zapato a los vestidos del distrito 4.
-Si, no te quito la razón.
-Bueno si sin mas dilación aquí tenemos a los tributos del distrito 6, dedicado al transporte: ¡Merah y Juna! Con unos vestidos verde camuflaje y con neumáticos de adorno. La verdad es que  esta muy bien…
-Si, pero en comparación con el distrito 4 no es nada… Ningún traje es decente… ¿Estáis deacuerdo?
-Siii- grita el público al unísono, no creo que tengamos alguna oportunidad de causar impresión.
Los caballos, como movidos por unos hilos invisibles, los caballos de color avellana salen del recinto. Oigo como Caesar nos presenta:
-Y aquí tenemos a los chicos del distrito 7: ¡Olive y Peter!- Noto como Olive me coge de la mano para tranquilizarme.
-Mira que vestidos más simples Caesar, la chica va vestida con un simple vestido con tutu, que deja la espalda al descubierto y que tiene un estampado de hojas de árbol, como si fuera una la copa de uno.
-Exactamente, y el traje del chico tampoco es va  allá, lleva unas mallas con un estampado de corteza de árbol, simulando que es el tronco.
-Como el traje no esconda ningún secreto me parece un traje completamente soso.
-Estoy de acuerdo contigo, pero aquí tenemos a los tributos del distrito 8: ¡Tissu y Iguille! Llevan unos simples trajes grises y una especie de capa con las telas más caras de Panem.
-Si, debo admitirlo, son simples pero a las vez originales, me gusta, me gusta…
-Si, pero como no… El mejor traje hasta ahora ha sido el del distrito 4…
-Bueno, y aquí os presentamos a los tributos del distrito 9: ¡Gretre y Grane! Con unos preciosos vestidos hechos de granos, como si procedieran de las antiguas tribus del continente que se conocía como África…
-Si, la verdad es que son muy originales, y el sujetador de la chica… también.
-Si, eso que le tape las partes intimas el pelo es muy original, pero aquí os presentamos a los tributos del distrito10: ¡Bella y Tauro! Con unos trajes realmente… ¿raros? Pero… ¿de que van vestidos?
-Pues yo creo que van vestidos de… mitad toro y mitad… humano o eso creo, la verdad es que el diseñador no es que se haya esmerado demasiado…
-Si, estoy contigo… pero bueno, esperemos que los trajes del distrito 11 sean mejores… ¡Rue y Jabuka! Con unos preciosos trajes color beige claro, raros pero bonitos en su defecto.
-Estoy completamente de acuerdo, pero ya acabamos señoras y señores, os presentamos a los últimos tributos de los sexuagesimos primeros juegos del hambre, vienen del distrito 12: ¡Aver y Carbo! Pero…
-¿Qué es eso Caesar…?
-No… no lo se…
Entonces sé que el momento, miro a Olive con decisión y ella me devuelve la mirada, noto un brillo extraño es sus ojos. La cojo de la cintura y la pongo boca abajo, de repente mis manos se quedan pegadas a su cadera, y no se como nos fundimos en uno, convirtiéndonos en un precioso árbol.
-Caesar, mira a los tributos del distrito 7… ¡Se han convertido en arboles! Mira que maravilla, son realmente espectaculares.
-Tienes razón Claudius, es espectacular…
BUUM
Un enorme estruendo suena por todo el Capitolio
-Caesar y mira, lo que antes era el traje de los tributos del distrito 12, lo que antes parecían simples piedras, se han transformado en autenticas armaduras de piedras, la verdad un diseño muy original.
El cambio del traje del distrito 12 nos ha quitado toda la fama, convirtiéndonos en unos simples tributos más. Los doce carros llenan el circuito del Círculo de la Ciudad. Todas las ventanas de los edificios que nos rodean están abarrotadas de los  ciudadanos más prestigiosos del Capitolio. Nuestros caballos se paran frente a la mansión del presidente. El presidente Snow empieza el discurso.
-¡Y aquí acaba el desfile de los sexuagesimos primeros juegos del hambre!- finaliza Caesar.
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Subimos al piso doce del edificio de entrenamiento y entramos en una estancia enorme y perfectamente amueblada, mientras que Jolins nos dice que debemos de hacer hoy y mañana. Cuando nos encontramos con Malus nos da una palmada a cada uno:
-Bueno, no habéis impresionado que se diga… Pero bueno, la culpa es del distrito 4 que tenia unos diseños demasiado buenos. Preparaos y esperar a la cena, ya os avisaremos.
Entro a mi habitación y me entretengo pulsando los botones de la ducha, y acabo oliendo a un extraño olor entre manzana y lima. Le digo al armario que quiero ponerme y mientras me vienen a buscar jugueteo con el mando de la ventana, cambiando de paisaje y tamaño.
-Vamos lindo, tenemos la cena ya lista.-me dice Malus con una terrible voz ronca.
Me levanto de la cama y voy a cenar. La cena transcurre sin ninguna alteración, mientras hablamos de nuestro distrito y de nuestra familia. Después del puré de carro y batata nos traen una enorme fuente de chocolate con fruta y bizcochos alrededor. Vemos la repetición del desfile y nos vamos a la cama. Mañana empezaran los entrenamientos.
A la mañana siguiente me despierto temprano con los hojos otra vez inchados y rojos, me lavo la cara y me pongo un traje que me an dejado delante del armario: pantalones agustados, túnica de color turquesa y zapatos de cuero. Salgo de la habitación y me encuentro a todos sentados en la mesa y desayunando. Desayunamos tranquilamente, y al  acabar todos Malus nos empieza a explicar de que trata el entrenamiento. Antes de las diez nos lavamos los dientes y bajamos por el ascensor. Somos la decima pareja en llegar.
Cuando llegan las parejas que faltan Atala, la entrenadora nos empieza a explicar de que trata cada puesto y que las habilidades que podemos tener. Al acabar me acerco al puesto de nudos. El monitor me enseña (ya que soy la única del puesto) unas cuantas trampas para atrapar pequeñas presas como conejos, aves…
Intento evitar a la gente, ya que se han formado cinco grupos: Los tributos profesionales, los del distrito 3, el 5 y el 6, los del 8 y el 10, los del 9 y 11 y por ultimo yo y los del 12, que no ha blan nada. Olive esta en el grupo de los profesionales, me da mala espina.



La sala está perfectamente decorada, de las columnas que sujetan la cúpula de cristal que es el techo cuelga unas preciosas telas doradas, que brillan con cada rallo de la luna. Del centro de la cúpula cuelga una enorme araña de cristal, justo encima de la pista de baile, donde un montón de gente baila al son de una orquesta. Me fijo en los invitados, todos deben de ser personas muy importantes, porque llevan unos trajes espectaculares, cada cual más variopinto, y unas mascaras preciosas.
-¿Por qué llevan todos mascaras?- le pregunto a Malus.
-Porque esta es una fiesta de máscaras- me dice entregándome una mascar verde con unos bordes grises.- Disfruta.
No sé qué hacer, así que sin pensarlo le pregunto a Olive su quiere bailar, no creo que sea mala idea. Ella me dice que si encantada y nos dirigimos a la pista de baile. Justo cuando llegamos empieza una canción, no parece complicada, así que después de un rato aprendemos a bailarla. Nos ponemos a bailar, es fácil, un, dos, tres, giro, uno, dos, uno, tres, giro, cambio de parejas, uno, tres, dos, uno, giro, cambio y vuelta a empezar.
Después de estar un rato bailando nos cambiamos y me encuentro bailando con una chica morena. Me fijo más en su vestido, es blanco con un especie de corsé y del final de este le cae una falda un poco abombada de seda blanca. Lleva una máscara blanca con bordes dorados. Me quedo maravillado, y le miro a los ojos.
Me pierdo en sus ojos, parece que el baile dura un segundo, porque cuando empiezo a fijarme verdaderamente en ella nos cambian de pareja, no puedo evitar enfadarme, quiero volver a ver sus ojos. Después de unos minutos que se me hacen eternos vuelvo a bailar con ella, Esta vez me sonríe, y antes de que del cambio de parejas me arrastra hacia una silla.
-Buuuf, estoy agotada ¿te apetece algo que beber?- me pregunta con una sonrisa.
-Hee... Si, tráeme lo que quieras.
No tarda mucho en venir con dos copas de cristal con un zumo purpura.
-¿Cómo has aprendido a bailar tan bien? Que yo sepa en el distrito 7 la gente no conoce este tipo de bailes.
-Bueno, la verdad es que acabo de aprender…
-Pues lo as echo perfectamente, la verdad es que yo tampoco se bailar muy bien, aunque me gusta, pero no sé qué diría mi padre si le digo que quiero aprender a bailar.
-No creo que te dijera nada malo.
Después de hablar un poco de todo volvemos a la pista de baile, esta vez las canciones son lentas, así que bailamos yo con las manos en sus cinturas y ella en mis hombros. Aprovecho para mirar cómo están los demás tributos. Los profesionales están hablando alegremente con unos señores (parecen bastante importantes), los del distrito 3, del 5 y el 6 están en la mesa de la comida, los del 8 y el 10 están sentados en una butacas hablando con Olive, los del 9 y 11 no se les be y  los del 12 están bailando, sigo preocupado con lo que ara Olive, no si podre confiar en ella…
Después de un rato bailando canciones se pasan a las movidas, que después de un par estamos exhaustos. Suenan once campanadas. La sala se transforma, las cortinas doradas se cierras, las luces menguan su intensidad, creando un ambiente más… ¿Romántico? Los tributos profesionales se acercan al sofá en el que estamos sentados.
-Ben, se dónde podemos hablar tranquilamente.- me guía a través de una de las cortinas.
Me saca  a una de las terrazas del palacio, es enorme, tiene una escalera a la derecha que da al jardín y está lleno de flores. Sopla una agradable brisa. La chica tirita levemente. Me quito la chaqueta y se la pongo alrededor de los hombros.
-Gracias, me dice con una tímida sonrisa.
-¿Y tu padre en que trabaja?
-Es vigilante…- se fija en mi cara de asombro.
-Y… ¿Sabes cómo será la arena?
-No, siempre me lo guarda en secreto…
-¿Y… tienes novio?- le pregunto después de un incómodo silencio.
-Pues… No ¿y tú?
-Tampoco…
-¿¿Olive no era tu novia??
-No, no me gusta…
-Es que parece que ella de ti si… ¿No has visto como nos miraba?- se acerca un poco a mí.
-Pues yo de ella no, me gusta otra persona…- me acerco ya más a ella.
-¿Y puedo saber quién es?- estamos casi pegados.
-Creo que ya sabes quién es…- Me acerco completamente a ella, le cojo el rostro entre las manos y la beso. Al principio fue un beso leve, sus labios contra los míos y las manos entrelazadas en su cintura. Luego, primero con timidez, con gran osadía más tarde, las lenguas cruzaron la barrera de los dientes. De repente se escuchan pasos y risas que se acercan desde el jardín. Ella se separa de mí y echa a correr. Consigo cogerla de la muñeca antes de que entre dentro.
-Pero ¿A dónde vas?
-Me tengo que ir, lo siento.- No la suelto.
-Por lo menos dime tu nombre
-Llámame M.- se suelta de mí y sale corriendo, se quita la máscara y me besa otra vez. Esta vez el beso es mucho más breve, pero mucho más dulce que el anterior. No consigo verle la cara antes de que se valla.
-Adiós M… espero volver a verte…



Nada mas haberse ido ella veo a Olive, Malus y a Olea
-Te estábamos buscando ¿Dónde te habías metido? Corre, coge tu chaqueta y vámonos a casa, que mañana tenéis que madrugar.
Salimos del palacio y vamos al edificio de los juegos, nada más llegar a la planta me separo de los demás y me meto dentro de la cama con el traje y me pongo a pensar. ¿Quién era ella?
¿Por qué no me ha dicho su nombre entero? ¿Por qué se ha ido? Sinceramente, no sabía nada, pero no sé cuándo me dormí. Me levanto baldado en el suelo, me duele todo por dormir en mala postura, me quito la ropa y presiono botones al azar, un chorro de agua fría me despierta, mientras un montón de espuma con olor a pinos me relaja… Pinos… Había muchos en casa…
-No hay tiempo para deprimirse.- me digo a mí mismo y salgo de la ducha, me visto con la ropa de ayer y voy a desayunar. Cuando entro en el comedor están acabando casi todos.
-Ahora mismo te iba a ir a buscar.- me dice Olea con alegría.- Estábamos hablando de como Malus y yo os patrocinamos ayer.
-Si, Olea tiene razón ç, yo te patrocine a ti y ella a Olive.
-¿Dónde está Olive?- pregunto extrañado
-Está en su cuarto, lleva mucho tiempo hay, voy a avisarle de que tenemos que ir yendo- le miro asombrado.- Chico, que te hayas levantado tarde no es mi culpa.- Y se va moviendo la cadera rítmicamente.
-Al acabar baja tu solo, ya bajara Olive más tarde, cuando salga.
Desayuno lo más rápido posible y bajo a la sala de los entrenamientos. El día transcurre normalmente, los grupos se conservan. En el día aprendo a manejar los cuchillos, prefiero manejar dos armas porsiacaso no consigo conseguir el hacha. Los vigilantes nos observan atentamente mientras practicamos, no me figo nada en ellos, lo prefiero. Al llegar al piso no ceno ni nada, no tengo ganas de nada. Me quito la ropa, me meto en la cama y me pongo a llorar.
Me despierto temprano, el sol está empezando a asomar por las colinas del Capitolio. Me levanto y me desperezo, me miro al espejo. Tengo los ojos rojos e hinchados, estoy horroroso. Me ducho, me visto con ropa limpia y salgo del cuarto. Hoy nos darán la puntuación. Cuando llego dos avox están acabando de poner la mesa, me siento y desayuno dos bollos, tres piezas de fruta y tres cuencos de chocolate caliente con galletas de canela.  Al acabar me dirijo al cuarto y me tumbo en la cama.
Estoy en mi distrito, rodeado de pinos y abetos, estoy con mi mejor amigo bañándonos en el lago de detrás de la colina. No sabemos nadar, lo que hacemos es chapotear. De repente, el cielo se oscurece, miramos arriba y un aerodeslizador surca los cielos, una lanza metálica cruza a Robín y una red me atrapa.
Me despierto gritando a todo pulmón. Estoy empapado de sudor.
-¡Peter, Peter! ¿Estás bien? ¡¡¡PETER!!!- me grita Olea desde el otro lado de la puerta, me levanto y abro la puerta.- rápido, tenemos que ir bajando.
Antes de comer entrenamos un poco, y luego nos llaman para nuestras sesiones privadas con los Vigilantes. Distrito a distrito empiezan a llamarnos, primero el chico y luego la chica. Según pasa el tiempo nos vamos quedando solos. Me llaman y salgo.
-Necesito un plan…- pienso para mí- ya se, lanzare las hachas.
Me acerco a las hachas y cojo tres de metal. Miro a los Vigilantes para ver si me miran, me fijo en el más gobén, o mejor dicho la más gobén. Tiene el pelo castaño, con ojos claros, se parece a M pero sin la mascar. Me fijo más, y levanta la mano disimuladamente y me saluda, nadie lo ve.
M
¿¿M?? SI, es M, su pelo, sus ojos, sus labios, es ella, sin dudarlo. Me quedo paralizado ¿Era una Vigilante? ¿Por qué no me lo dijo? ¿Y si solo me utilizo? ¿Y si no significo nada para ella? Mi mente es un remolino de preguntas sin respuestas.
-Puede empezar señor Peter- me dice el Vigilante más alto de todos.
-S…Si, claro, claro- no puedo dejar de preguntarme cosas.
Me dirijo hacia un maniquí e intento concentrarme en la cabeza. Pero no lo condigo, y al lanzar el hacha lo único que consigo es clavárselo en el brazo. Oigo unas risas sonoras. Puedo otra vez, esa vez ni siquiera toco el maniquí. Las risas se hacen más fuertes. Tiro el último hacha y se la clavó en las costillas.
-Ya te puedes ir Peter.- salgo corriendo del gimnasio y me meto en el ascensor, prieto (mejor dicho, pego) el botón 7 y espero, nada más pisar el piso me encuentro de frente con Malus.
-¿Qué tal?- se figa más en mi cara- Ha… Mal ¿No? Bueno, tampoco tenía esperanzas para ti.
Me pongo hecho una furia, le empujo contra la pared y me dirijo a mi habitación.



No ceno, no tengo hambre. Me quedo en mi cuarto tumbado en la cama pensando en las millones de maneras que tengo para morir… Asfixiado, aplastado, amortizado, ahogado, etc. Miro al reloj, son las ocho, el programa de las puntuaciones va a empezar. Enciendo la televisión y empiezo a hacer zaping. Una telenovela, el telediario, dibujos animados de una niña que vive en un pueblo con animales, una película de tragedia y… las puntuaciones.
-Bueno Caesar, después de haber visto la ultima hora de los anteriores juegos (la verdad, cuando Alexia muere quemada por Tribut fue espeluznante).
-Sí, estoy de acuerdo contigo… Me da escalofríos nada más pensarlo…
-Sí, pero no estamos aquí para hablar de los tributos del año pasado, sino de los de este año.
-Tienes razón ¡Aquí os dejamos las puntuaciones!
El video comienza: Tigru un 9 y Zafir un 8, Rosse un 7 y Janny un 8, Chipp un 6 y Halley un 4, Voltti un 9 (no sé cómo se lo habrá montado para sacar tan buena puntuación) y Electra un 6, Juna un 7 y Merah un 5, Iguille un 9 y Tissu un 7. Contengo la respiración. Aparece mí foto en la pantalla y luego un… ¿5? Si, un 5… por lo menos no es la nota más baja. Creo que M habrá movido sus hilos para que no sacara un 3… Después de salir mi nombre veo la puntuación de Olive y me quedo petrificado. Un 10. Apago la televisión y me tapo la cabeza con las mantas. A sacado el doble que yo… ¿Que habrá hecho? ¿Tiene alguna habilidad que desconozco? ¿Habrá aprendido por haber estado con los profesionales? No lo sé, pero cuando estemos en la arena intentare no cruzarme con ella.
Cuando me despierto el sol se ve que acaba de salir. Me levanto con el aporreo de la puerta de Jolins y me doy una ducha rápida, me visto y voy al comedor, tengo un hambre tremenda, puesto que ayer no cene. Me acabo toda la bandeja de lo que se llamas “Croissants” y me como tres rodajas de piña.
-Hoy como ya sabréis, os prepararemos para las entrevistas. Por decisión de Olive os entrenaremos por separado.- Miro a Olive con cara de reproche, está es respuesta me devuelve una mirada de superioridad.- Empezare yo contigo y ella con Jolins ¿De acuerdo?
-Sí- decimos los dos al unísono.
 Al acabar nos dirigimos Malus y yo al salón y empieza a enseñarme.
-Haber… Cero que ya tengo una idea de lo que podrías ser. De Feroz no tienes nada, encima con la puntuación que sacaste…
-Pero…-Intento contestarle
-¡Ni peros ni nada!- me corta- Haber  ¿Qué te parece si vas de débil, de victima?
-¿De qué?- pegunto alucinado.
-Ya me has escuchado, probaremos con ese perfil haber que tal te va, sino podríamos probar el de amistoso (aunque no sé, tengo mis dudas al respecto).
-¡¿Pero tú de que vas?!- le grito a la cara- Tu que te crees o que, que por haber ganado unos míseros juegos eres superior que los demás, siempre diciéndome que no voy a ganar los juegos ¿Así me animas?
-Pues que quieres, te digo lo que hay niñato.
-A mí de niñato nada engreído.
-¡¿Qué hacéis locos?!-entra Jolins gritando en el salón.- ¡Los demás van a creer que han entrado ladrones en el piso!
-Es este niñato, que se cree que tiene posibilidades siquiera de sobrevivir al primer día.
-Esto ya se pasa de castaño oscuro- me arremango la camisa y me abalanzo encima de él.
Se nota que no ha perdido comba desde que gano los juegos, se mueve con agilidad y firmeza, pero yo peleo con ganas. Cuando me abalanzo sobre él se car sobre la mesa de café y rompe el cristal. Él me da la vuelta y coge un cristal, le cojo de las manos y evito que me lo clave en el pecho, le muerdo la mano y lo tiro a un lado. Jolins está gritando como una loca y ha llamado a dos avox que nos separan. Antes de que me meta dentro de mi habitación escucho como Malus le dice a Jolins:
-Cuando muera en el baño de sangre abriré una botella de Champan.
Me quedo el resto de lo que tendría que estar con Malus en mi habitación mirando a la calle. Parecen ansiosos de que empiecen los juegos, puesto que la hay bastantes personas que van con los mismos trajes que llevaban los del 4 en el desfile. Cuando tengo hambre salgo de la habitación y voy al comedor. Solo está Jolins viendo una telenovela en la televisión.
-Ha, te estaba esperando. Corre, come que vamos con retraso.
Como todo lo rápido que puedo y luego voy con ella a la habitación.
-Haber, hemos decidido que por el comportamiento agresivo que has tenido antes te reduciremos la clase a la mitad. Pero como si no, no puede que nos quedemos sin patrocinadores (puesto que eso también afecta a Olive) tendrás una hora más que la pasaras con Malus y conmigo.
Las cuatro horas transcurren sin incidentes, ve que he sido bien educado y me va un paso más intentando hacer que me siente recto y vocalizar abriendo más la boca. Al acabar entra Malus en la sala. Tiene vendada la mano derecha (la mano con la que cogió el cristal). Se sienta y me mira desafiante.
-Bueno, pensándolo mejor… Creo que podrías pasar por intentar ser amable y amistoso.
-Yo, estoy de acuerdo.
La hora transcurre sin incidentes, me hacen preguntas y yo intento responderlas amablemente, a veces intentando ser gracioso. Cuando acabamos cenamos carne de Ñu con pasas y moras verdes y una tarta de dos pisos naranja. Al acabar me meto en la cama y me quedo dormido rápidamente.




Me despierta Gisele suavemente:
-Peter, despierta anda, que te tenemos que preparar para la entrevista.
-Déjame un poco más porfa.- Le despierto aun dormido.
-No, levántate ya.- Me dice mientras hambre las cortinas de la habitación.- ¡Entrar!- grita al resto del equipo.
Aine y Antoni entran hablando animadamente sobre un supuesto rumor, que dice que un tributo agredió a un mentor:
-Si, si como te digo, dicen que le tiro contra un cristal y que casi lo mata- dice Aine.
-Si, es súper fuerte, imagínate que alguien casi te mate.
-No quiero ni imaginármelo, que fuerte, calla, calla que me da un mareo- me dan náuseas nada más oírlos, a mi sí que me pone malo que exageren tanto.
-Y… ¿Sabes que dicen que el mentor ha sobornado a un vigilante para que le pongan en mal lugar en la salida?- me pongo más tieso, no me quiero perder nada.
-No, no sabía nada. Aunque se lo merece ¡por mareante!
-Si, nunca mejor dicho.
-Pero… Igual el mentor se lo busco.- comento sin poder aguantármelo.
-Tal vez…- me dice Antoni mientras me da una sustancia pegajosa en los brazos.
Se me hace eterno, pasan de un tema a otro sin pausa, que si el secador nuevo de Aine, que si la perrita de Antoni, que si Gisele se ha mudado… El tiempo se pasa lentamente, mientras entre comentario y comentario miro el reloj con cansancio, esperando que se vayan todos ya.
-Buuuuf, creo que ya hemos acabado respecto tu aspecto exterior- dice Aine con cansancio.
-Si, lo demás le toca a Gisele.- los dos salen de la puerta ruidosamente.
-Bueno, que pesados ¿No?
-Bueno… Un poco, pero no lo hacen con mala intención.
-Si, tienes razón. ¿Tienes ganas de ver tu traje?
-Si, deslúmbrame.- Murmuro mientras sale de la habitación para traer mi traje, mientras tanto aprovecho para llamar a un avox para que me traiga el desayuno. Cuando llega Gisele, sorprendentemente he acabado.
-Prepárate, he intentado que causes buena impresión.
Me deja el traje en la cama. Es un chaleco gris claro, negro por detrás, una camisa verde brillante, como el de las copas de los árboles en primavera, y unos pantalones grises.
-Es… Muy bonito. Muchas gracias.- Le digo  de corazón.
-No sé si me convence tu reacción, pero supongo que me tendré que conformar.- Me está empezando a caer mal.- Póntelo y mírate al espejo. Le hago caso y me miro en el espejo.
-Uhau. Es precioso.
-Ahora sí que me convenzo de tu reacción.
El chaleco es precioso, y si te figas más en la parte de atrás del chaleco, en lo que paece todo negro es en realidad tiene unas pequeñas ramas verdes oscuras, que con cada rallo de sol brilla. Me enseña unos zapatos grises.
-¿Por qué es la mayoría gris?- le pregunto extrañado.
-Porque quiero cambiar el color del distrito 7, el gris también es un color precioso, y poco preciado.
-Sí, es verdad que es muy bonito, sobretodo en este tono.
-Bueno, sí. Pero vamos ya bajando que va a empezar dentro de poco.
Nos reunimos con el resto del equipo del distrito 7 en el ascensor, los estilistas de Olive han hecho un gran trabajo: Olive lleva un vestido precioso de fiesta verde y gris, le llega a las rodillas y se le ven los preciosos tacones, uno verde y el otro gris. Malus y Jolins se han arreglado para la ocasión. Evito a Malus todo lo que puedo. Se abren las puertas y vemos a los tributos en fila. Me pongo muy nervioso, me sudan las manos. Llaman al primer tributo.
La chica del distrito 1 sube al escenario con un provocador vestido rojo corto y se une a la entrevista con Caesar para la entrevista. Está claro que no me esperaba ese enfoque de personalidad, en ved de ser sexy, es bruta, responde a las preguntas con fiereza y a veces con bufidos.
Permanezco sentado recto como me dijo Jolins mientras los distritos 2, 3, 4, 5 siguen pasando. Todos tienen su propio enfoque: el chico sexy del distrito 2 es enorme y fuerte; la chica del distrito 4, parece llorica, pero en cuanto le preguntan sobre matar responde astutamente si pensárselo dos veces; el chico de 13 años del distrito 5 es muy joven, pero parece amable, se gana a los espectadores al momento. El chico del distrito 6 perece un poco tonto, responde las preguntas sin pensar rápidamente. Olive, con su vestido de fiesta sale al escenario y se sienta educadamente.
-Bueno Olive ¿Cómo crees que será la arena?- le pregunta Caesar con una sonrisa radiante.
-Pues… No sé porque creo que será una especie de explanada verde, a diferencia del año pasado.
Me quedo pensando en los juegos del año pasado, una enorme arena… La más grande  nunca vista, toda llena de arena, excepto un larguísimo rio, repleto de cocodrilos enormes; con dientes afilados como cuchillos, y con una cola llena de púas, antes de darme cuenta ya suena el zumbido diciéndome que me prepare, cuando Olive se sienta junto a mí me levanto y me siento en el enorme sillón rojo junto a Caesar.
-Bueno Peter ¿Qué te parece el Capitolio?- No sé cómo responder, intento ser lo más amable posible.
-Pues… No sabría decirte, ha sido un enorme cambio para mí, en comparación con el distrito 7 el Capitolio es mucho mejor.
-Si, tienes razón. Sobre todo ¿Qué es lo que más te ha gustado?
-Pues… Sinceramente lo que más me ha gustado ha sido la cama.- digo intentando ser amable.- Se ríe sonoramente.
-Si, tienes razón, las camas de aquí son comodísimas, sobre todo las de este edificio, un día me acuerdo que un amigo no se pudo levantar de la cama porque la cama era demasiado cómoda.- Todo el mundo se ríe, incluso yo sonrío.- Bueno, cambiando de tema ¿Qué te paso en los entrenamientos? Creo que todos queremos saberlo, ¿No?
-Sii- responden todos los espectadores a la vez.
-Bueno…- no sé que responder, si M no me dijo que era vigilante será por algo.- Me puse muy nervioso, me esperaba las pruebas de otra manera.- miento.
-Si, tienes razón. Dicen que las pruebas son muy difíciles, y tranquilo, todos se ponen nerviosos.- se nota que quiere animarme. Suena el zumbido.- Bueno, ha sido un placer haberte conocido.
Me levanto y me dirijo al asiento, no sé si he respondido con amabilidad. Giro un poco para mirar a Jolins, me asiente con una sonrisa. De repente me tropiezo con mis pies y doy un trompicón, casi me caigo al suelo y todo el mundo se ríe. Me siento en el sillón y me pongo rojo con un tomate. 8, 9, 10, 11, 12,  los tributos pasan volando mientras pienso si lo abre echado todo a perder con el trompicón. Al final creo que si.
Al acabar nos subimos al ascensor. No hablamos, pero yo ya sé que he fastidiado todo. Todo me ha salido mal, en el desfile no deslumbre, en el entrenamiento saque malísima puntuación y ahora… No es que haya causado gran impresión… Aunque… Ahora que lo pienso… Puede que haya llamado la atención con el trompicón… Se me sube el ánimo al pensarlo.
Cenamos todos juntos hablando animadamente sobre las entrevistas de los tributos, es mi última noche aquí y quiero dormir bien, así que me meto pronto a la cama. Me pongo un pijama grueso gris, me lavo los dientes y me meto en la cama.
Al rato llaman a la puerta, extrañado me levanto y abro la puerta. Me quedo de piedra. Es M. Nada más abrir la puerta se abalanza contra mí y me abraza con fuerza.
-Siento no haber podido venir antes, pero he tenido que esperar a que todo el mundo se baya a dormir.
-¿P… Pero que haces aquí?- le pregunto extrañado.
-Es que… No podía dejarte ir a la arena sin antes despedirme de ti…- Y me besa. Me besa como nunca antes, con pasión, y haciendo que me entren ganas de más.- Siento no haberte dicho que era vigilanta, pero no podía, puesto que está estrictamente prohibido tener cualquier tipo de relación con los tributos.
-Tranquila, te perdono.- Y la vuelvo a besar.
-Vamos, túmbate en la cama, que si no mañana no podrás dar ni un paso.
-Vale…- Me tumbo en la cama y me quedo rápidamente dormido, estoy derrotado.
Me despierto gritando y con sudores fríos.
-Tranquilo, estoy aquí.- Me una voz angelical a mi derecha.- ¿Que has soñado?
-Me estaban persiguiendo todos los tributos, en una enorme playa…- le respondo respirando agitadamente.- Te quiero.
-Y yo a ti, pero ahora duerme.
-Vale… -cierro los ojos y me relajo, de repente oigo un “Clack”- ¿M?- miro a mi derecha, la cama está vacía. Se ha ido. Seguramente será la última vez que la veo.
No sé como consigo echar una cabezada. Cuando me despierto el sol no ha salido. Antes de que salga el sol  Gisele, me da una túnica sencilla y me acompaña al tejado. Un aerodeslizador surge de la nada. Me ponen un dispositivo desayuno todo lo que puedo y me quedo sentado en el sofá esperando a que lleguemos. El viaje dura unas dos dos horas. Después se oscurecen las ventanas, lo que nos indica que llegamos a la arena. El aerodeslizador aterriza y Gisele y yo bajamos por la escalera, aunque esta vez bajamos hasta las catacumbas.
Me ducho y me lavo los dientes. Gisele me ayuda a ponerme el traje: Un traje azul y gris hecho de una extraña tela impermeable, unas botas con una suela de goma; perfecta para correr, y una chaqueta de manga corta hecha de una tala impermeable.
-¿Qué opinas?- le pregunto extrañado.
-Se nota que todo está hecho a prueba de agua.- me imagino una enorme explanada oscura por las nubes que la tapan. Me entra el pánico.
Como otro poco más y espero pacientemente. Una voz femenina nos dice que nos metamos en el tubo de salida, me meto sin decir nada.
-Espera… Quería decirte que pienso que tienes posibilidades, ya sé que te ha salido casi todo mal, pero creo que Malus está…
Se cierra el tubo y me no oigo lo último que me dice, el cilindro asciende lentamente. Estoy listo para ganar, estoy listo… Para matar.





La plataforma asciende lentamente, me pongo nervioso. Solo tengo 60 segundos para pensar una estrategia dependiendo del tipo de la arena. Salimos a la luz, al principio me ciega, pero luego me acostumbro, miro a mi alrededor… Solo veo una cosa…
Agua.
Estamos rodeados de agua, excepto por una pequeña isla en la que reluce la gran cornucopia. Miro alrededor, a mi derecha tengo a Tissu y mi derecha está Gadus, un profesional… Me da mala espina. 40 segundos.  Miro a la cornucopia, busco algún objeto que me sirva, que sepa utilizarla, dentro de la cornucopia hay espadas, cuchillos y hachas, en cambio cerca de la orilla hay una lanza, que se romperá con el soplo del viento, también hay un pequeño equipo de buceo no muy legos de la cornucopia, en cambio dentro de está hay una piragua. 20 segundos. Intento pensar en otra cosa. Una idea me viene a la cabeza.
No se nadar.
Solo chapoteo cuando me baño, no durare casi nada en la arena, puesto que no nado muy rápido (si es que a lo que hago se le puede llamar nadar), por lo que necesitare objetos. Miro a mi alrededor, no veo ninguna isla. Miro al cielo, está descubierto, por lo que no habrá temporales. 5 segundos. Me dispongo a tirarme de cabeza.
4. No puedo hacerlo, boy a morir en el baño de sangre.
3. Pero… Si no moriré.
2. Lo hare por mi…
1. No, lo hare por M.
Me tiro de cabeza al agua, casi no noto que estoy en contacto con ella, el traje debe de ser muy bueno. Chapoteo como puedo, miro un poco a mi alrededor, casi todos los tributos están ahun en sus plataformas, sin saber que hacer… Miro a la cornucopia, acaban de llegar los dos tributos del distrito 4, y los demás profesionales se están acercando, también beo que los tributos del distrito 8 y 3 se están acercando.  Haun no se que coger…
Los profesionales han llegado a la isla, y están cogiendo armas, no tardaran en empezar el ataque. Intento “nadar” más rápido, me estoy acercando bastante. Consigo llegar a la isla, pero los profesionales han conseguido coger las armas, ya ha empezado el baño de sangre.
Me quedo quieto analizando la situación, intentando pensar que hacer cuando un brazo me agarra del cuello y prieta con fuerza, no puedo respirar. Intento darle patadas, pero no consigo tocarle. Me quedo pensando. Tiene los brazos muy musculosos para ser una chica, por lo que es un chico, a decir por su piel morena debe de ser Jabuka, no mucho más alto que yo. Cojo fuerzas y hecho la pierna hacia atrás, consigo darle en los genitales y me suelta de imediato, salgo corriendo hacia la cornucopia, para entonces los profesionales han matado a casi todos los tributos que han conseguido llegar a la isla, la chica del distrito 1 ha empezado a tirar cuchillos a diestro y siniestro, matando a todo lo que se mueve. Se figa en mí y me enseña sus brillantes dientes blancos, consigo tirarme al suelo antes de que me dé. Oigo un jadeo detrás de mí y me giro, veo a Jabuka tirado en la arena.
Me levanto antes de que un cuchillo aterrice justo donde estaba antes tirado, y escobo un tercero, doy una voltereta hacia delante y consigo resguardarme detrás de una roca. Tengo que salir de aquí antes de que me acierte, salgo corriendo hacia el agua. Instintivamente me agacho y el cuchillo me pasa rozando el pelo. Cojo un equipo de buceo del suelo y sigo corriendo hasta llegar al agua, nada más tocarla me pongo a bucear, así no me podrá acertar con los cuchillos.
Sigo nadando y intento nadar mientras miro hacia atrás, veo cuatro cuerpos echados sobre la arena, muertos, y seis intentando matar a los que escapan. De repente cocho contra algo, alarmado me doy la vuelta. Es el cadáver del chico del distrito 8. Ha conseguido escapar de la cornucopia con una mochila. Se la quito y me fijo más en su cuerpo, le doy la vuelta y veo una flecha clavada en su estomago. De repente noto un dolor punzante en el brazo izquierdo, me lo miro y veo una flecha en el. Miro a mi alrededor.
Entonces me fijo en ella. Su cabello de bronce se mueve con cada ola del viento. Es Bella, la chica del distrito 10. Me quito la fecha reprimiendo un grito y me sumerjo en el agua.

Por fin he conseguido llegar a una isla, es pequeña, pero suficiente como para descansar, está anocheciendo y llevo todo el día nadando, o mejor dicho chapoteando, creo que he mejorado.
Estoy agotado, eso es lo único que puedo pensar, pero debo de estar contento, por lo menos he llegado a una isla. Me siento en la arena y saco todo lo que tiene la mochila:
El quipo de buceo que metí a la mañana, después de estar un buen rato nadando; una cuerda larga, será para pescar; un anzuelo; Una bolsita con manzanas disecadas, me saco una para cenarla; 3 galletas saladas y tres cuchillos, que los habría cogido antes de morir. “Lo más sorprendente es que no me siento mojado y que el contenido de la mochila tampoco estaba mojado. No sé cómo, pero se han inventado una tela impermeable 100%.” Pienso mientras me como la manzana disecada.
Al acabarla me tumbo sobre la arena y cierro los ojos, estoy tan cansado que me duermo rápidamente.
Me despierto a la luz del alba. Abro los ojos todo lo que puedo para que no se me vuelvan a cerrar. Entonces es cuando las escucho. Son risas, risas femeninas. Cojo la mochila y me pongo el equipo para bucear. Me sumerjo antes de divisar en el horizonte una piragua con dos personas encima.
-Hay, si, si. Menuda la cara que a puesto. “No, no me matéis. Os puedo servir de ayuda.”- dice imitando la voz grabe de un chico.
-Menudo paleto, como se ha podido creer que le estábamos creyendo.- Esa voz me suena…
-Ya, después del baño de sangre solo hemos encontrado a 1 persona. Espero que los chicos hayan tenido más suerte…
-La culpa es de la arena, que es una mierda.- Ya se, la voz es de Olive.
-Si, no vamos a encontrar a Peter ni en 5 días.- Se me están acercando demasiado…
-¡Mira!- dice señalando donde estoy- ay hay una isla, igual ay algún despistado durmiendo.- Al llegar a la isla parecen enfadadas.
-Mierda, no hay nadie.- dice Janny.
-Si, mejor vámonos a la isla grande, haber si ay tenemos más suerte.- Se suben a la piragua y empiezan a remar en silencio.
A si que hay una isla más grande… Ya sé, les seguiré para así encontrarla sin perderme. El viaje sura un buen rato, y para cuando llegamos a la isla es casi medio día. La isla no es muy grande, es como dos veces la plaza de mi distrito. Gusto en medio se puede admirar la silueta de una enorme montaña. La chicas encallan la piragua a una palmera y se adentran en la densa selva. Yo rodeo un poco la isla para no encontrarme con ellas.
Ya es un poco tarde, así que decido quedarme aquí hasta mañana a la mañana, a ver si así puedo encontrar alguna presa. Me adentro un poco en la selva y me como una galleta salada sentado entre las ramas de un árbol.
Se escucha un grito. Me pongo en pie rápidamente, si no me equivoco a sonado bastante cerca de mí, así que me subo al árbol y me quedo esperando a que el asesino se aleje un poco o se acerque. Para no correr riesgos me siento en el árbol y me acomodo. En mi distrito no es algo raro dormir en las ramas de los árboles, la mayoría de las personas lo hace, puesto que en la época de cosecha entre jornada y jornada hay personas que no les da tiempo para ir a sus casas, dormir y volver; por lo que se quedan dormidos en las ramas.
A la mañana siguiente me despierta un gran ruido, como un estruendo. Parece que están cayendo rayos en la isla, miro hacia el cielo. Está descampado. Otro estruendo resuena en la isla. No sé de donde viene, pero prefiero no saberlo. Cojo mis cosas y salgo corriendo. Cuando estoy a punto de llegar a la playa una enorme piedra aterriza delante de mí, llenando todo lo que tiene a su alrededor de llamas. Me giro. Entonces lo entiendo todo.
El monte, o mejor dicho el volcán a entrado en erupción.

--------------------------------------------Olive---------------------------------
Me siento sobre la yerba, esta húmeda, como mis ojos, tengo ganas de llorar, ganas de gritar, de gritar fuerte y alto, para que la gente sepa lo mal que lo estoy pasando, que estoy desperdiciando la única oportunidad que tengo de vengarme, de vengarme de él y hacerle sufrir como él me ha hecho sufrir a mí. Y todo por un maldito impulso, si no lo hubiera hecho no estaría aquí y ahora, seguramente estaría en otra isla, con otro tipo de personas.
-¡He!- me dice Zafir- ¿Quieres cenar o no?
-No, gracias- intento que mi voz suene lo más serena posible.
-Pues vale, tú verás- creo que he conseguido que no se me note.
Intento pensar en otra cosa para no deprimirme más, si no voy a poder buscar a Peter… Peter… Pienso apretando los dientes con fuerza. Agito la cabeza con fuerza, no debo pensar en el, si no me voy a enfurecer más y más hasta acabar completamente loca. Me agarro las rodillas con fuerza y apoyo la frente en las rodillas.
Pienso en el baño de sangre, he matado a dos personas… Se lo merecían, lo único que he hecho ha sido protegerme de ellos. Al salir a la luz, no me podía creer que estuviéramos en medio del océano, puesto que la mayoría de los tributos no sabrán nadar, casi todos menos los del 4. “Yo tampoco sé nadar, pero me las apañare” pensé arrogante, intente buscar a Peter entre los tributos, a lado mía tenia a Gretre y a Tigru.
Cuando sonó la campana me lance al agua, y intente nadar hacia la orilla, es más fácil de lo que parece, así que pronto le cogí el truco, tarde un poco en llegar a la orilla, cuando llegue fui corriendo a la Cornucopia, cogí dos hachas y me disponía a atacar cuando se me abalanzo Gadus, lo esquive.
-Déjala Gadus- dijo Zafir- ¿Quieres unirte a nosotros?- Como no, dije que si, era una buena oportunidad, y me ayudarían a encontrar a Peter.
Después de unirme a ellos defendí la Cornucopia, matando a todos los que llegaban a mi territorio, por mala suerte solo llegaron dos, ninguno era Peter. Al acabar el baño de sangre lo profesionales cenamos y nos dormimos, mañana saldríamos temprano a buscar Tributos a los que matar.
Excepto por Voltti no hemos encontrado a nadie más, y hemos venido a estás isla a buscar tributos, es pequeña, como el recorrido desde mi casa hasta la escuela. El distrito 7… Lo echo de menos, echo de menos a todos, incluso a los profesores ¿Qué pensaran cuando me vean con los profesionales? ¿Qué pensaran de mis padres? ¿Y si piensan que me dijeron ellos que fuera profesional?
Soy la cuarta profesional de toda la historia de los juegos del hambre que ha pertenecido al distrito 7. La primera fue la primera en morir de todos, la segunda se suicido al ver que quedaba finalista con el que fue su “amante” de los juegos, el tercero es Malus y la cuarta soy yo. Casi todas chicas, no sé por qué. Sera que somos especiales.
Me he relajado, pensar en casa me relaja, intentare volver… Miro a Zafir, se está comiendo un pescado entero ella sola. Es maja…  Estoy segura de que si no existiera está anarquía seriamos amigas, pero bueno, por volver a casa si quedamos finalistas no me pensaría dos veces el matarla. Al fin y al cavo así son los juegos, matar, matar y más matar. Ahora entiendo al Capitolio, no me extraña que les guste, como no pueden matar porque va contra la ley lo bien, me parece bien, por eso le intentare dar un buen espectáculo. De repente me viene una canción a la cabeza, una canción que me cantaba mi madre cuando era niña:

Allí, donde las aguas son cristalinas,
Allí donde los pájaros cantan
Podrás ser libre, mover tus piernas,
Cantar y bailar, sin ningún problema
Siendo buena persona, sin dañar a nadie,
Ayudando a la gente y haciendo
De este mundo,
Uno feliz, en el que puedas expresarte con soltura.
Allí, donde los bosques son espesos,
Allí donde los caracoles salen al sol
Podrás ser libre, podrás reír,
Podrás ser lo que quieras
Pero si no haces nada de eso no lo conseguirás
Seguiremos así, con miedo
Con dolor, sin poder expresarnos,
Sin poder cantar ni bailar,
Allí, donde no haya juegos del hambre,
Allí donde no tengas que matar
Podrás ser libre, podrás vivir
Podrás ser tu misma
Me quito la lágrima que se resbala por la mejilla, me levanto y me alejo del claro, necesito estar sola, pensar tranquila. Mi cabeza es como un remolino, no sé qué pensar, ya no se qué hacer, la idea de matar a Peter me esta cegando, me está volviendo loca, necesito acabar con ello ya, si no me voy a volver loca, voy a estallar. Vuelvo al claro, Zafir ya está dormida, me meto del saco y cierro los ojos, no creo que pueda dormir nada está noche.
Me despierto sobresaltada, un enorme ruido me ha sacado de mi sueño, miro a mi alrededor, no veo nada fuera de lo común, me figo en el cielo, una bandada de pájaros está volando lo más rápido que pueden, como si estuvieran huyendo de algo. El suelo se agita violentamente. Miro otra vez a mi alrededor, Zafir se ha levantado y está caminando hacia atrás con una cara de asombro detrás mía, me giro y entonces lo entiendo.
El monte ha entrado en erupción, cojo el saco y salgo corriendo detrás de Zafir, seguro que es alguna estrategia de los vigilantes para juntarnos a todos los tributos de la isla. Ojala Peter este en esta isla, así podre vengarme, vengarme de aquella vez en la que…

------------------------------------------Peter--------------------------------


¿Qué? No puedo creérmelo. ¿Un volcán? Esto no puede ser. Es imposible. Tiene que se una pesadilla, pero todo parece tan real. Intento desenfrenadamente despertarme, me pellizco el brazo el más fuerte posible, pero nada surge efecto. Sigo en esta pesadilla en la que no puedo salir.
Otra piedra que cae a pocos metros de mí me hace  volver a la realidad. Esto no es un sueño, ni ninguna pesadilla, esto está pasando en realidad. Esto son los sexagésimos  primeros  Juegos del Hambre.

 Debo pensar algo pero como el fuego se extiende tan rápido no me deja otra opción que no sea tener que meterme el la selva, por lo que decido darme la vuelta y correr hacia ella. Ya se que no es la mejor idea pero si no quiero morir quemado es la única que debo que coger. Corro lo mas rápido posible hasta que por fin llego. Me agacho para poder respirar mejor hasta que algo me llama la atención. El fuego no entra en la selva, por lo tanto tiene que ser una artimaña de los vigilantes para que me encuentre con Olive y su compañera.

Pero, ¿Cómo pueden hacer un volcán en medio de la isla y que encima erupcione? Intento recordar los juegos anteriores para ver si puedo utilizar algo para salvarme, algo que poder utilizar en contra de los vigilantes. Pero que yo sepa ha habido desiertos, montes llenos de nieve, junglas mortales, océanos enormes... pero nunca un volcán, y si lo ha habido no lo recuerdo.

Empiezo a andar sin rumbo fijo, esperando que Olive aparezca en un momento dado y me mate. Por lo menos aun conservo los cuchillos por lo que podré defenderme e incluso matarla y poder salir de este infierno mortal. No se ya cuanto e andado pero me doy cuenta de que cada vez hace más calor y como no encuentre pronto la salida me moriré deshidratado. Me empiezo a marear y me apoyo en  un árbol para no caerme. Me deslizo sobre el tronco hasta que llego a suelo y sin darme cuenta caigo en un profundo sueño.

Cando me despierto estoy en casa, en el distrito 7, y le estoy dando un beso a mi madre cuando aparece mi hermano, el que se murió en los juegos del hambre cuando yo era pequeño. Vamos los dos juntos al colegio donde me encuentro con Rucus, mi mejor amigo, me despido de mi hermano y nos dirigimos a clase de historia de la naturaleza. En el camino veo como Olive me observa a lo lejos y cuando me ve mirándola desvía la mirada y se mete en clase. La clase se me hace larguísima, solo habla de volcanes y no sé porque ya que en todo Panem no hay ni uno. La profesora sigue hablando, que si la presión, que si la lava, que si las islas son gracias a los volcanes y más y más y más. De repente empieza a hacer mucho calor y veo como Rucus se esta derritiendo, como si fuese de cera, y con él todos los demás.

Sin darme cuenta me encuentro sudando sin poder ver nada. Todo está lleno humo y no consigo ver nada. Empiezo a palpar el suelo hasta que me doy cuenta que sigo en los juegos y que todo había sido un sueño. Empiezo a andar pero entre que no puedo ver nada y que el humo me dificulta la respiración acabo agotado y otra vez sentado en el suelo. Una lagrima brota de mis ojos y después de esa muchas más. Solo recuerdo una vez en la que había llorado y fue cuando murió mi hermano. Todavía no he olvidado ese día, mi madre lloraba mientras yo no sabía que tenía que hacer si mi hermano no estaba. Al principio no me lo creía y pasaron meses hasta que me di cuenta de que mi hermano no volvería nunca más.


Empiezo a revivir el sueño que acabo de tener, para poder tener algo a lo que aferrarme cuando muera, y me doy cuenta de que la clase en la que estaba en el sueño la profesora estaba hablando sobre volcanes. Volcanes justo lo que necesito ahora mismo. Intento con todas mis fuerzas recordar algo hasta que por fin, no sé de donde, sale la frase que necesitaba.
-Los volcanes entran en erupción porque la presión que sienten las bolsas de magma es mayor de la que pueden soportar, haciendo que salga a la superficie convirtiéndose en lava.
Se que es la frase que necesito para intentar salir con viva pero lo único a lo que me recuerda son a palabras sin ningún sentido. La repito hasta que por fin le encuentro algo de sentido.
-Si el volcán expulsa lava- empiezo a comentar- quiere decir que en la isla hay lava.
Por lo tanto si no elijo el camino adecuado me encontrare con la lava y ya no habrá marcha atrás, ya que seguramente la lava no sea normal. Así que o derecha o izquierda.

No sé cual elegir porque como elija mal… Estoy empezando a sudar y noto, a pesar de la distancia que nos separa, la cara de preocupación de mis padres y las risitas de todo el capitolio porque van a contemplar como un niño muere abrasado. Un pájaro se posa en un árbol y empieza a cantar. No sé porque está aquí, en medio de todo el fuego y el humo, ni como sigue vivo pero gracias a él me doy cuenta de algo muy valioso para que pueda ganar, o por lo menos durante unos días. La única forma de ver dónde está la lava es viendo la isla desde un punto de vista más alto, por lo tanto lo único que tengo que hacer es subirme a un árbol y ver hacia dónde va.

Empiezo a andar buscando un árbol lo bastante alto pero también lo bastante fuerte para poder subir y que soporte mi peso. Cuando encuentro uno lo bastante fuerte empiezo a subir pero me caigo a los dos pasos porque me sudan las manos. Me las intento secar con el traje pero no noto la diferencia. Lo intento otra vez pero al final pierdo la paciencia.
-No pierdas el tiempo en tonterías- me digo.
Intento volver a subir pero esta vez intento hincar más los pies y los dedos como me enseñaron en los entrenamientos. Noto el dolor cuando la piel de los dedos de las manos se desgarra pero lo dejo pasar porque no puedo pararme ahora que estoy a medio camino. Sigo subiendo hasta que ya no encuentro ninguna otra rama a la que poder subirme. Me agarro al tronco para tener un mejor equilibrio y empiezo a mirar alrededor.
En el centro está el volcán expulsando una nube de humo negro muy densa. En algunos momentos se pueden observar rayos rojos que se hacen entrever entre la nube. La lava solo cae por la parte izquierda, algo raro en los volcanes, consiguiendo que todos los tributos vayan a la parte derecha y luchen entre ellos. Como ya sé que no tengo nada más que hacer aquí arriba, bajo y me dirijo hacia la derecha.

No me doy prisa porque sé que a la lava no me va a coger, pero de repente veo a lo lejos como unos conejos van hacia donde voy yo. Al principio no le doy importancia y sigo andando pero luego me doy cuenta de lo peor. La lava está detrás de mía. Corro lo más rápido posible pero la lava sigue acechándome por detrás. Intento decirle a mis piernas que corran más rápido pero parece que no me hacen caso. Me tropiezo con una raíz haciendo que me caiga al suelo raspándome la cara. Intento levantarme pero tengo el pie atrapado entre dos gordas raíces. La lava se acerca y empiezo a asustarme. Agarro mi tobillo y empiezo a tirar de él pero nada surge efecto, lo único que consigo es que se enganche más.

Dejo de luchar y me quedo sentado en el suelo esperando. Imágenes te todos los muertos de los distintos juegos aparecen en mi cabeza haciendo que me sienta confuso. Son personas que no se recordaran porque están muertas para que otra persona se haga famosa por ganar en unos juegos que tiene que matar. Pero yo quiero ser recordado, pero no por a ver matado a no sé cuantos tributos si no para poder hacer honor a mi hermano.

Cuando consigo calmarme y respirar con normalidad y lo vuelvo intentar pero esta vez cortando la raíz con uno de los cuchillos. No sé porque no se me había ocurrido antes de haberlo pasado fatal. Empiezo a cortarla pero es tan gorda que lo consigo cuando la lava está a unos 10 metros de distancia. Salgo y me voy lo más rápido posible hasta que por fin veo a lo lejos un tramo de la orilla que no está con fuego. Estará a unos 5 minutos corriendo y si lo consigo sin ser descubierto por Olive se podría decir que es mi día de suerte. Corro lo más rápido que me dejan las piernas pero es como si no las notara.

Llego y miro alrededor por si está Olive pero parece ser que no hay nadie. Salgo rezando para que el fuego no empiece a extenderse ni para que  ella aparezca. Me tropiezo con una piedra y pierdo un poco el equilibrio porque solo estoy a 10 metros de la orilla.

Pero el destino quiere otra cosa. Noto como algo afilado y frio atraviesa mi brazo  y empiezo a tener miedo.

Bueno, y no os entretendo más: Aqui teneis

Me quedo paralizado ¿El primer tributo me ha encontrado? ¿Sera Olive? ¿Sera algún tributo profesional? No puedo dejar de hacerme preguntas sin respuesta. No sé qué hacer ¿Lucho con el tributo o salgo corriendo? Noto como algo metálico me roza el otro brazo e instintivamente me tiro al suelo antes de que otro cuchillo pase por donde estaba antes.
Me giro y me quedo mirando a la silueta que está delante de mí, por culpa del humo no puedo distinguirla completamente, pero veo su silueta gracias al fuego veo claramente su silueta. Estoy seguro de que es una chica. Con un movimiento rápido lanza otro cuchillo justo a donde estoy, pero no acierta. Debe de estar mareada por el humo que expulsa el volcán, aun activo. Pero se nota que ya no lo tienen interés en él, porque la lava ya no se mueve tan rápidamente.
Sin pensármelo dos veces le lanzo un cuchillo, que esquiva fácilmente. Y ella me ataca otra vez con más precisión. Salgo corriendo a refugiarme detrás de una palmera. Se le está pasando el mareo, y como no actúe rápido podría ser mi final.
Sin pensármelo dos veces salgo de detrás de la palmera y me dirijo corriendo hacia su posición esquivando los cuchillos que me lanza, cada uno más cerca de mi cabeza, cada uno más preciso. Al acercarme más a ella la reconozco, es Zafir, la chica que estaba con Olive, una profesional.
Olive debe de estar acechando por algún lado de las palmeras, esperando el momento oportuno para darme el ataque de gracia y matarme. Mientras pienso que hacer para conseguir acabar con Olive ella se me acerca corriendo y me da un fuerte golpe en el pecho, impidiéndome respirar y echándome hacia atrás con violencia. La chica me intenta volver a atacar de nuevo, pero yo lo espero y pasando las piernas con rapidez por las suyas consigo hacer que se caiga al suelo.
En ese momento voy corriendo a las palmeras y me tumbo contra una. No puedo respirar, el calor está aumentando y juntando con que llevo dos días sin probar ni una gota de agua me estoy agobiando mucho.
-Ven, sal, estoy aquí cobarde. Sal mientras te quede orgullo.- me dice con una voz llena de ira.
Esa frase es el colmo, me pone nervioso y me agobia aún más, haciendo que pierda el control y que me entre el pánico. No puede ser, si no muero achicharrado moriré mutilado, y si no muero mutilado moriré intoxicado por el humo del volcán.  No puedo morir, quiero ganar, necesito ganar.
Estoy seguro de que ahora todas la televisiones del Capitolio están proyectando una imagen de mi cara. Disfrutando de la situación, de cómo los juegos me están afectando. Demostrando que ellos son los que ganan siempre, los que mandan. Los que hacen que mate o que me maten.
Aprieto los dientes con fuerza para no derramar ninguna lágrima, no voy a demostrarles que soy débil y que ellos son los que van a ganar. Me levanto lleno de ira y con un grito desgarrador me dirijo corriendo a la posición en la que está Zafir, recogiendo un cuchillo que hay en el suelo y lanzándoselo. Rebota en su pecho con un ruido metálico, lleva armadura. Freno en seco.
Nos quedamos mirándonos con cautela, midiendo los dos las oportunidades que tenemos, las   armas del otro, las posibilidades… Entonces me fijo en lo que rodea su cadera; Un enorme cinturón repleto de cuchillos de todo tipo: de sierra, largos, cortos, redondeados, y muchos más que no quiero saber para qué sirven. Entonces lo entiendo.
No tengo posibilidades.
Voy a perder. Voy a morir.
Ella nota que lo he entendido y se dirige corriendo hacia mí. Con un cuchillo en la mano intento rasgarle el cuello. Zafir esquiva el movimiento con rapidez y se sitúa detrás mía. Me da un codazo en la espalda, haciendo que pierda el equilibrio y tirándome al suelo.
-¿En serio? ¿En serio creías que ibas a poder matarme? – Me dice con una voz juguetona.- Ni lo sueñes guapo.- me dice mientras se sienta en mi espalda.- ¿Qué cuchillo utilizo? ¿El de mutilar? No, mejor voy a estrenar este.- Dice cogiendo un cuchillo de su cinturón. No desaprovechó la oportunidad y con un movimiento rápido pero preciso la tiro al suelo y me levanto.
Se me queda mirando con cara de horror mientras pienso como matarla.
-No me mates por favor.- Me dice con cara de pena.
 Disfruto de la situación, yo, un chico normal, que no a recibido ningún tipo de educación para matar y soy yo el que piensa como matarla, en cambio ella, una chica profesional, que a asistido desde pequeña a practicas para de mayor asistir a los juegos es ella la que está a punto de morir.
No me lo pienso mucho, si no la mato rápido será Olive la que me mate.
-Lo siento, eres tú o yo. –le suelto. Y con un movimiento rápido le desgarro el cuello. No tarda en morir.
Un grito desgarrador suena por toda la isla. Un grito lleno de ira, lleno de pena, como si le hubieran sacado el corazón del pecho. Me giro rápidamente y entonces la veo.

--------------------------------------------Olive------------------------------------------

Mierda. ¿Porque lo he hecho? no  debería haber gritado. Si me hubiera callado podría haberlo matado tirándole solamente un cuchillo en la cabeza. Pero no, soy tan tonta que lo único que se me ocurre es gritar para que Peter me vea y huya. ¿Huir? No, no puede hacer eso tengo que matarlo y ahora tengo más motivos para hacerlo.
El cañonazo me hace volver de mis pensamientos y volver a la realidad. Voy corriendo  hacia él. Al principio está tan absorto mirando el cuerpo de Zafir tirado en el suelo cubierto de sangre que no se da cuenta. Me  tiro encima de ella y empezamos a forcejear. Es más fuerte de lo que pienso y consigue quitarme de encima suya. Me levanto, un tanto mareado por el golpe, y veo que a Peter también le cuesta levantarse, pero no es por el golpe sino porque en cada brazo tiene un herida causada seguramente por los cuchillos de Zafir. Por lo tanto tengo más op
ortunidades que él.
Cojo uno de mis cuchillos y se lo intento tirar, pero no puedo ver bien porque tengo los ojos llorosos y se lo tiro pero no le acierto. Él me tira uno pero en vez de moverme hago algo que aprendí de mi padre: cogerlo  por el mango como si no fuese un cuchillo.
Veo la expresión de miedo, sabe que no soy como Zafir. Soy más fuerte y menos ingenua. No puedo evitarlo, disfruto de la situación.
-¿Creías que me ibas a matar?- le digo con voz juguetona- Pobrecito.- le digo riéndome.
Pero no causa el efecto que espero, sino todo lo contrario, se va corriendo con un cuchillo en mano. Voy detrás de él y le tiro un cuchillo pero vuelvo a fallar. Me coje ventaja, pero con un poco de esfuerzo aumento un poco la velocidad y lo alcanzo.
-¡¡No!! Suéltame, déjame en paz.- Me dice gritándome mientras le agarro de la mochila.
-Mira por donde… Me apetece hacer otra cosa.- le digo mientras cojo un cuchillo y se lo pasó rozándole el cuello, sin cortarle.
-Por favor déjame ir.- Me suplica desesperado.
-Demasiado tarde- le susurro al oído. Un escalofrío le recorre el cuerpo. Y le despego el cuchillo para coger otro más afilado y poder hacer un tajo limpio.
El chico, rápidamente me da un codazo en la tripa y le suelto por un momento, en el que el sale corriendo. Salgo corriendo hacia él. Ahora que lo tenía se escapa. Es injusto por mi parte.
Lo alcanzo antes de lo que espero, el maldito está agotado, y las heridas le sangran abundantemente. Encima el humo se va haciendo más extenso, por lo que se nos hace difícil respirar a los dos. Le cojo de la mochila. Sin dudarlo ni un minuto él se la quita y se escapa. Le intento tirar un cuchillo pero ya estoy demasiado cansada y no le alcanzo.
Se ha escapado. Se ha vuelto a salir con la suya. Ya no lo puedo seguir porque ha llegado al agua y como no sé nadar no le puedo seguir. La rabia invade mi cuerpo, haciendo que me entren unas ganas locas de gritar, que las reprimo para no parecer tan desesperada, aunque lo estoy. Tiro la mochila con rabia hacia el fuego, aunque no llega porque está muy egos me sirve para desahogarme un poco.
Me arrodillo y lloro. No soy consciente del tiempo que paso así. El tiempo pierde significado hasta que un calor abrasante me inunda los pulmones.
Levanto la cabeza un poco y me giro. Estoy casi rodeada de lava. Estaba tan inmersa en mis pensamientos que no me he dado cuenta de que la lava seguía avanzado despacio pero sin pausa. Me levanto e intento respirar, pero una sensación horrorosa me llena los pulmones, como si una enorme hoguera se encendiera dentro de mí.
Toso con fuerza, y entonces lo entiendo. Me estoy intoxicando, como estaba agachada podía respirar mejor, porque el oxígeno desciende hacia abajo, haciendo que se pueda respirar mejor. Me agacho y ando a gatas.
Consigo acercarme ilesa a la orilla, tosiendo de vez en cuando pero sin darle mayor importancia. Entonces cae el primero.
Una enorme piedra cae gusto delante de mí y me hace echarme hacia atrás de un salto. El Capitolio no podía desaprovechar la oportunidad, nunca más se les presentara la oportunidad de hacer que un tributo muera intoxicado por el humo.
Otra enorme roca cae a mi izquierda y de un salto me levanto y salgo corriendo en la otra dirección, pero pronto me encuentro con la lava. Una roca llameante cae detrás de mí. El espacio que tengo para moverme es muy limitado, casi no puedo moverme un palmo a cada lado.
Empiezo a marearme un poco y a toser. La cabeza me da vueltas, necesito pensar algo rápido o pronto moriré. Me quedo quieta pensando en las distintas posibilidades que tengo para poder salir de esta ilesa.
Y entonces tengo una idea… Una que me podría salvar la vida de una muerte lenta y dolorosa.
Empiezo a toser con fuerza, el mareo me está haciendo tambalearme, me arrodillo y me pongo la cara entre las manos. Oigo las enhorabuenas de los vigilantes, contentos de haber dado un buen espectáculo. Entonces me levanto rápidamente y salgo corriendo hacia delante.
Esquivo las rocas rotas por el impacto y corro lo más rápido que puedo pisando el fuego y quemándome la planta de los pies. Al llegar a la orilla me zambullo sobre el agua y me sumerjo rápidamente. No pierdo el tiempo y me sumergo. Chapoteo todo lo rápido que soy capaz. Respirando alteradamente y tragando pequeños tragos del agua.
Diviso la pequeña isla cuando es más del medio día. Al llegar me tumbo agradecida de poder descansar y antes de poder pensar en lo que ha pasado y reorganizar mis ideas ma duermo, sin pensar en las consecuencias que acarrea esto.
Me despierto sobresaltada. Me levanto de un salto y noto un dolor punzante en las plantas de los pies, me siento en la arena y me las miro. Están fuertemente enrojecidas, y repletas de ampollas, esto hace que me acuerde de lo uqe había pasado el dia anterior.
Un monton de imágenes confusas inundan mi cabeza, haciendo que me maree descontroladamente y vuelva a caer en un sueno profundo.
Cuando me buelbo a despertar ya es bien entrada la tarde.  He debido de descansar mucho, porque no tengo mas supnoo. Me lecanto despacio y me quedo mirando a mi alrederor. Sigo en la pequeña isla que encontre el dia de la erupción.
Intento no pensar en ello y analizo la situación. Esotoy viva, cosa que ma alegro, con quemaduras grabes pero viva. Intento mirarme las quemaduras.
Las tengo esparcidas por todo el cuerpo. Los pies están llenos de ellas y los brazos también. Me peino un poco el pelo con los dedos mientras pienso que hacer. Al tocarme el pelo lo noto duro y rápidamente me lo miro. Las puntas están completamente enegraciadas. Me miro el reflejo de la cara en la pulsera. Tengo la mitad del pelo quemado y una buena parte de la cara también.
No me lo pienso dos veces. Cojo un cuhillo y empiezo a cortarme el pero como puedo. Cuando creo que está decentemente cortado y que no queda ni rastro de pelo quemado guardo los cuchillos.
Me voy a levantar cuando un pequeño  paracaídas aterriza en mis pantorrillas. No lo dudo, es una crema para las quemaduras. Quito el paracaídas de un tiron y abro el pequeño botecito de metal. Está lleno de una extraña sustancia azul con olor a Aloe bera. Aplico un poco cobre las plantas de los pies.
La loción actua de inmediato. El dolor cesa casi al instante. Aplico una buena capa por las zonas quemadas y espero un poco a que la piel absorba la crema.
Un grito de triunfo resuena detrás mia. Me giro y beo una pequeña canoa doble dirigiéndose hacia la isla.
-Olive, ¿Donde está Zafir?- es lo primero que me preguntan al verme.
No se como contárselo, diga como se lo diga le ba a sentar faltal. Pero no me ando con rodeos y se lo digo.
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Me quedo mirando la pantalla de la televisión embobada. Se ha salvado… Creía que moriría a manos de esa. Un escalofrío me recorre la espalda. No entiendo porque odia tanto a Peter… Algo le tuvo que hacer, pero no sé lo que.

Me alegro por Peter, pero estoy seguro de que los Vigilante se habrán enfadado, no sé si con Peter o con Olive, pero estoy seguro de que alguno de los dos se arrepentirá de haber salido con vida de la erupción.

Me tumbo sobre la cama, apago la televisión y cierro los ojos cansada. Me he quedado toda la noche viendo los juegos del hambre. La cadena en la que los veo es la mejor, emiten los juegos en directo, sin omitir ninguna escena. Lo peor es que nadie la conoce, tiene muy pocos telespectadores y creo que son los últimos juegos que van a emitir. Me tapo con las sabanas, necesito dormir un poco.

-Buenos días cariño,- me dice mi padre entrando en la habitación.- levántate, que dentro de nada comenzaran las prácticas de Vigilante.
Me froto los ojos con cansancio, no he dormido nada. Miro el reloj, son las nueve, dentro de poco comenzaran las prácticas.
-Buenos días papa. Me voy a la ducha, ahora voy a desayunar.
Me desvisto y me meto en la ducha, preparo una ducha relajante fría con gel y champú de papaya. Disfruto de los chorros y me quedo disfrutándolos un buen rato, luego me seco y me visto con un sencillo vestido azul turquesa, me pongo unos zapatos con tacones azules y me voy a desayunar.
-¿¿Aun estás así??- me dice mi padre.- date prisa que solo tienes cinco minutos…
-Ya voy papa.- le digo cogiendo un tazón de chocolate caliente y untando unos bollos de fruta de la pasión en ellos.
Cojo una pieza de fruta para el camino y bajamos al ascensor.
-¿Qué tal has dormido?- me pregunta mi padre en el coche.
-Muy mal, no podía dormir…- le miento- ¿Y tú?
-Fatal, me he quedado viendo los juegos, no me creo que hayan activado el volcán tan rápido, creía que estaba planeado para activarlo a la mitad de los juegos…
-¿Tu lo sabías?- le pregunto alucinada.
-¿Cómo no lo voy a saber cariño? Soy el subvigilante.
-Si…
Me quedo pensando en lo pasado. La pelea encarnecida de Peter y Zafir… Y la pelea con Olive, hay estaba seguro de que iba a morir, tenía un presentimiento, aunque me alegro de que fuera falso, así puedo estar tranquila.
-Ya hemos llegado.- Nos avisa el chofer.
Bajamos del coche y nos dirigimos hacia la sala de dirección, la sala donde se dan todas las ordenes y desde donde se controla toda la arena. Miro con admiración el mapa de la arena, todo digitalizado.
-Bueno M, hoy te enseñaremos a controlar la arena.- Me dice mi profesor, esto de estudiar para ser Vigilante no me gusta nada, pero si mi padre lo dice, tengo que ser Vigilante.
-Si señor Larlow.
-Bueno, mira: primero tienes que comprobar que todo está en orden.- me dice mientras teclea rápidamente el teclado.- luego, comprueba la posición de  los tributos y verifica que merecerá la pena sacrificar una vaina para hacer los juegos más entretenidos, no queremos que la gente se aburra.
-Claro…- le digo sin hacerle caso.
-¡¡¡M!!! Préstame atención ¡No estás apuntando nada! Si sigues así suspenderás las prácticas.
-Tienes razón… Perdóname...- le digo sin sentirlo. Si me obligan a estudiar lo que no quiero, pues no le pondré todo el entusiasmo del que soy capaz.
-Bueno, pues apunta de una vez… Hoy practicaremos en la arena de verdad.- Le miro alucinada.- Sí, aprobaste la parte teórica, y excepto hoy has prestado mucha atención últimamente, así que creo que estás preparada, pondremos en práctica lo que dimos ayer, lo de hoy lo dejamos para otro día.
-Vale…
-Rinia, déjale tu puesto a M un momento.- Rinia se quita y me siento yo en su sitio.
-Cuando quieras me dice.
-Haber… Primero reviso todo… Luego aviso a la televisión… Y elijo el muto que quiero poner.- digo mientras elijo a la enorme mutación entre jaguar, yena y hipopótamo.
-Muy bien M, ahora lánzalo.
-No lo dudo un momento y arrastro la imagen hasta una isla en la que hay un grupo de aliados y dos personas sueltas por ay.
-Muy bien, lo has hecho todo perfectamente, cuando tengas edad para poder ser Vigilante serás una de las mejores. Ahora miremos como se las apañan para salir vivos de esta esos tributos.
Encendemos la televisión y nos quedamos mirando como una enorme bestia sale desde las entrañas de la selva. Todos disfrutan de la cara de los tributos, deformada por el terror. Pero yo me fijo en el trabajo de los científicos, mezclando distintas células y cromosomas de distintos han conseguido crear a un enorme bestia de dos metro de alto, como la de un hipopótamo, una enorme sonrisa malévola, parecida a la de una yena y el cuerpo de un jaguar.
Los tributos salen corriendo, pero el muto no tarda en alcanzarles y en cortarles el paso.
-¿Echamos otro?- pregunta uno de los trabajadores.
-Creo que con uno ya les basta.- dice mi padre.
Los tributos se disponen a afrontar a la bestia, no creo que salgan con vida.
 -------------------------------------------- Hailey --------------------------------------
 El cañonazo me despierta y casi me caigo del árbol. Debo haber dormido bastante porque ya no tengo sueño. Tengo que encontrar un sitio mejor para refugiarme a la noche antes de que oscurezca y me ponga expuesta a los tributos profesionales que cazan de noche.
Suelto la cuerda a la que estaba agarrada y me levanto. Miro al rededor del árbol buscando algún tributo merodeando en busca de su caza. Una isla pequeña me llama la atención por la columna de humo que desprende. Parece que la isla en realidad es un volcán que a entrado en erupción  por lo tanto será obra de los vigilantes. Si encima ha muerto un tributo seguramente no harán ni pondrán ninguna otra artimaña de las suyas.
 Bajo del árbol con cuidado de donde piso y de no hacer ningún ruido. Abro la mochila y saco una de las botellas para beber un trago.
El día del baño de sangre tuve mucha suerte principalmente porque mi plataforma daba a la entrada de la cornucopia, ademas sabia nadar ya que mi madre me enseño cuando era pequeña. Después de los 60 segundos salte al agua y me dirigí a la cornucopia. Cuando llegué los del distrito 4 ya estaban pero por suerte estaban demasiado ocupados mirando quien llegaba de los demás pensando que nadie sabia nadar que no se fijaron e mí. Lo mas sigilosamente posible me acerque a la cornucocopia, cogí la mochila mas grande sin llegar a entrar a ella y me fui corriendo a la orilla. Me quedaba la mitad del trayecto para llegar a las plataformas cuando el chico del distrito 1 me vio. Pensé que me iba a matar arrastrándome debajo del agua o algo parecido, pero en vez de eso paso completamente de mí. Me fui lo más rápido de ahí por si cambiaba de opinión  Ya había llegado a la orilla pero los demás seguían en la cornucopia y ya habían sonado 2 cañonazos como mínimo  Me sentía confusa y muy cansada y decidí subirme a un árbol para descansar. Me dormí nada mas echarme en el árbol que encontré pero el himno del capitolio con las caras de los tributos muertos me despertó. En un día ya habían muerto 7 y ninguno de ellos profesional. Me volví a dormir hasta el cañonazo.
En la mochila hay muchas cosas, entre ellas 3 botellas de agua 2 llenas y una vacía  crema contra quemaduras, unas gafas con el tubo para bucear, unas frutas extrañas, comida, un cuchillo... Es bastante grande y pesada pero con tal de ser de ayuda me da igual.
Ando sigilosamente con el cuchillo en la mano, no es  como una espada pero me sirve. Un grito hace vibrar toda la isla, pero no es un grito de dolor es de miedo, seguido de un rugido. La isla consigue un raro eco que hace que no sepa de donde viene ese rugido.  Otro rugido y la isla se queda en un silencio absoluto. Empiezo a correr sin pensarlo, las ramas me arañan los brazos y la cara pero el instinto me manda correr y no parar hasta estar a salvo.
Después de un grito de absoluto dolor y unos segundos entre gimoteo y gritos se oye un cañonazo . El muto tiene a su primera víctima y no es de los que matan rapido. Encima debe de estar cerca.Una manada de pájaros sale volando a unos 500 metros. El miedo se apodera de mi salgo a correr a dirección  contraria.
Cuando llevo 10 minuto corriendo decido pararme ya que no hay ninguna señal de que esté el muto. Apoyo las manos en mis piernas y me agacho para poder respirar mejor. Consigo recobrar el aliento pero un ruido en unos arbustos me llama la atención. Decido que lo más seguro es subirme a un árbol y ver lo que es.
Subo sigilosamente y me apoyo en unas de las ramas, pero una de ellas se rompe. Contengo el aliento esperando que lo que sea que esté en el arbusto no me haya oído pero la suerte esta vez no está con migo y se empieza a mover. Me pego al tronco para que no me vea y entonces lo veo.
Es un conejo. Como puedo ser tan tonta. Cojo el cuchillo de la cintura y se lo tiro consiguiendo un tiro limpio. Me bajo cojo el conejo muerto y sigo andando con más tranquilidad que ante.
De repente el suelo empieza a temblar y los pájaros sales de sus nidos para volar a  la misma  dirección que la mía. Me doy la vuelta y me encuentro con lo peor.
Es el muto pero no estoy segura  de que es.  Es muy alto y corre como un felino, como un jaguar. Pero esa sonrisa malévola y las risitas que hace no son normales y hacen que tengas el miedo hasta en las entrañas. El muto se está acercando pero no me ve. Debería correr pero no puedo mis piernas están pegadas. Cuando el muto está a muy  pocos metros un brazo rodea mi cintura atrayéndome hacía un arbusto lo bastante grande como para taparnos, y con la otra mano me tapa la mano para que no grite. Sin soltarme me da la vuelta y entonces lo veo.
 ------------------------------------------ Peter -------------------------------------------
Dejo que el agua fluya por mi interior revitalizándome por completo. Vuelvo a llenar la botella y bebo de ella con ansiedad. Siento como mi cuerpo se revitaliza poco a poco, sintiendo como ya no me duele la cabeza, ni me siento mareado. Bebo otra botella y me tumbo en el suelo.
Es un milagro que haya encontrado esta isla, después de conseguir salir de la isla del volcán llegue a una isla larguísima, la que me costó un día y medio cruzarla. Se me hizo durísimo cruzarla, porque no tenía casi vegetación y el sol esos días pegaba de lleno. Solamente al final de la isla había una pequeña selva en la que descanse.
A parte, llevaba tres días sin beber, y me dolía la cabeza, no veía bien y me mareaba fácilmente. Si no bebía pronto no tardaría en morir.
Después de descansar seguí caminando por la isla, siguiendo la dirección de antes. No tarde en divisar otra isla, perfectamente redonda, no lo dude dos veces, cruce el tramo de agua que separaba la isla en la que estaba a esta. Al llegar la inspeccione un poco, profundizándome en la espesura de la selva, al poco rato me encontré un pequeño lago que se situaba en el centro de la isla. Rápidamente me dirigí hacia él y empecé a beber agua.
Me entra un sueño tremendo, así que decido subirme a un árbol y dormir sobre él. Cuando encuentro un árbol que es de mí agrado empiezo a subir por él, pero estoy tan cansado que no tardo en perder el equilibrio y caerme. Después de barios intentos decido dejarlo y me recuesto entre las raíces del árbol. No tardo en dormirme.
Mi sueño se llena de pesadillas y de seños agitados, en lo que casi todos muero. Pero al final un sueño extraño me confunde, en el que mi madre me grita que corra, que corra con todas mis fuerzas, y que nunca pare. Que hasta que me vean muerto no pararán.
Me despierto con un grito ahogado. Estoy sudado y tiritando. Miro hacia arriba y veo un cielo estrellado, pero en el horizonte empieza a clarear, así que amanecerá pronto. No intento volver a dormirme por miedo a tener más pesadillas, así que me levanto y pienso que hacer.
Decido comerme una manzana deshidratada y una galleta salada. Hacía mucho que no disfrutaba de una comida, puesto que todo lo que comía antes o después lo echaba, porque sin agua no puedo hacer bien la digestión.
Cuando acabo me bebo la botella entera y la relleno, como no sé qué hacer decido organizar mis ideas: llevamos (si no calculo mal) cinco días en la arena, aún no sé la cantidad de tributos exacta que han perecido en los juegos, entonces pienso en lo más importante.
Mi última pesadilla. Intento pensar en algún concepto de mí vida antes de los juegos que tenga algo que ver con la pesadilla, pero no le encuentro relación con el sueño. La depresión de mi familia cuando mi hermano murió en los juegos, las malas notas en la escuela, la cosecha en la que salí elegido, los juegos… Los juegos.
¿Y si en realidad lo sucedido en el sueño tiene que ver con los juegos? Prefiero no pensar en ello, así que decido investigar la isla, para comprobar que no hay ningún tributo en ella y poder descansar en paz.
Camino con dos cuchillos, uno en cada mano, en tensión. Doy la vuelta a toda la isla, pero no encuentro a nadie. No hay rastro de tributos: ni ramas rotas, ni huellas, nada. Pero no me quedo tranquilo, así que cuando llega la hora de la comida mordisqueo una galleta con ansiedad.
Estoy  harto de comer galletas y manzanas, necesito algo de proteína, de proteína animal, así que después de comer decido hacerme una caña con la pita y el anzuelo. Ato la pita al anzuelo y me dirijo hacia la orilla, justo al lado contrario de la isla de donde vengo.
Al llegar me siento en una roca, tiro el anzuelo y espero. Espero y espero, el tiempo se me hace eterno. Entonces caigo en la cuenta de que no le he puesto nada en el anzuelo. Sonrojado retiro la pita, cojo una manzana y se la pongo en el anzuelo.
Cuando la tiro no pasa casi nada de tiempo hasta que noto que la pita se mueve lentamente… Lentamente retiro la pita, pero cuando la voy a sacar del agua hago un movimiento brusco y el pez se escapa. Mientras espero utilizo la misma técnica que antes: respiro con el abdomen y me relajo mientras pienso en M. La recuerdo perfectamente, como si la última que la hubiera visto hubiera sido ayer.
Después de unos cuantos intentos consigo sacar a un pez, nada más sacarlo lo agarro con las dos manos y le hago un tajo donde las membranas al pez. Muere al instante. Luego le quito las escamas, la cabeza y la espina.
Después vuelvo a la selva y preparo un poco de fuego, como aún no ha oscurecido así que la luz del fuego pasara in apercibida. Aso el pescado en las brasas y lo como con ansiedad. Está buenísimo, cuando perfeccione la técnica y se me acaben las provisiones supongo que viviré a base de pescados.
Luego apago las brasas y me recuesto contra unas raíces, por la sombre de la copa del árbol si alguien viene por los alrededores de noche no creo que nadie me vea, al no ser que tengan linternas. Me duermo rápidamente.
Mi sueño es tranquilo, con preciosos sueños en los que camino con M por los bosques de mi distrito… Sin preocupaciones, sin nadie que nos gobierne... Pero entonces me despierto sobresaltado. Ya he entendido mi sueño.

----------------------------------------------- M ---------------------------------------


Odio tener que ser Vigilante… Es algo con lo que no puedo. Una lágrima se resbala por mí mejilla, dejo que caiga lentamente y antes de que llegue a la barbilla me la seco con la manga del jersey.
Desearía ser libre… Como un sinsajo… Extender mis alas y poder bolar lejos de aquí para así poder hacer lo que yo quiera, ser lo que yo quiera; no un maldito Vigilante. Mi padre me quiere y hace lo que cree que es mejor para mí, pero yo ya sé que no me gusta matar a personas.
Desde que mi madre se fue mi padre cambio, le costaba mucho sonreír, y se volvió sobreprotector para que no me pasara nada malo, para que  no me fuera como lo hizo mi madre. Por eso a escogido desde pequeña lo que tengo que hacer.
El cree que estoy bien, que no me importa, pero en realidad me fastidia mucho… Es una forma de tenerme controlada ya que él es el jefe y me podrá tener vigilada durante todo el día.
Me levanto con cansancio de la cama, me lavo la cara y me visto. Sigilosamente salgo de mi cuarto y pegada a la pared me voy moviendo lentamente hasta llegar a la puerta de salida. Cojo las llaves que están en esta y salgo.
Cuando salgo a la calle dejo que la suave brisa me despierte y me llene otra vez de energía. Tengo que darme prisa si quiero volver antes de que amanezca y que no noten mi falta. Sin mucha prisa ando por las anchas calles del Capitolio, mirando los escaparates apagados y paseando tranquilamente. Suspiro alegremente cuando llego.
Es un pequeño parque entre dos enormes edificios. Está lleno de enormes robles y sauces, rosas y prímulas y pequeños lagos en los que las ranas croan al compás. Es precioso y tiene pequeños bancos en los que te puedes sentar y disfrutar del paisaje; ya que parece un mundo aparte, como un pequeño bosque en medio de una enorme ciudad.
Cuando necesito salir, bien para aclarar mis ideas o bien para disfrutar de un bello paseo vengo aquí y me quedo horas disfrutando.
Mañana tengo otra vez las prácticas… Es la penúltima clase antes del examen y seguro que repasamos todo lo que hemos dado hasta ahora, la arena, los tributos… Todo. La mayoría de las cosas se me han olvidado ya que no presto casi atención al profesor y cuando supuestamente estoy estudiando leo uno de los miles libros que tengo por casa.
La verdad es que disfruto leyendo, me transporta a un mundo en el que todo es posible, en el que puedo vivir un sinfín de aventuras y en el que puedo hacer cosas que de normal no me atrevería hacer… Es el único mundo en el que soy feliz.
Oigo de repente como unos pasos se aproximan lentamente hacia mí. Seguro que es un guardia, agentes solitarios que pasean por las calles vigilando que no haya nadie tan tarde por la noche.
Si me encuentran me llevaran ante mi padre, y seguro que me castiga y me regaña. No me lo pienso dos veces, me levanto del banco y me subo al árbol más cercano. La persona que veo me desconcierta.
Es una chica. Lleva un sencillo vestido de color beige y unos tacones naranjas, a juego con sus labios. Se sienta en el banco, se quita la peluca marrón, los tacones y con una sonrisa traviesa pintada en sus labios saca un pequeño libro de su diminuto bolso. Sin bacilar empieza a leerlo.
Aparenta muchos más años de los que tiene, la peluca ahuecada y los tacones le hacen aparentar unos cuarenta años, pero sin el maquillaje y la peluca juraría que tiene unos dieciocho años.
Saca una pequeña bolsita de su bolso y la abre, un delicioso aroma a galletas de chocolate sale de ella. Saca una lentamente y sin parar de leer la mordisquea.
Como no puedo aguantar mucho más sin caerme del árbol lentamente me bajo de él y me situó detrás de la chica.
-Tranquila. Sírvete tú misma.- me dice de repente la chica.
-¿C…Como sabes que estaba aquí?- No había hecho ningún ruido, y encima estaba tapada por las hojas de los árboles, me desconcierta que sepa que estaba aquí.
-Tranquila, te he visto desde el principio.- Me responde cerrando el libro.- ¿Qué haces aquí? Es muy tarde para una chiquilla de tu edad.
-No soy más joven que tu…
-Eso es verdad, lo siento pero es que me meto tanto en el papel que luego es difícil salir de el.- Me dice con una amplia sonrisa. –Perdón, no me he presentado, soy Tigris.
-Pues yo soy… M.- le figo dubitativa.
-¿Y qué haces a estas horas de la noche aquí?
-Pues… Es que es el único sitio de la ciudad en el que puedo desconectar… Poder leer en paz sin miedo a que nadie me moleste.
-Es la misma razón por la que estoy yo aquí.
-¿En serio? ¿Qué libro estás leyendo?- Le pregunto sentándome junto a ella.
-La vida de una famosa.- me dice enseñándome la tapa del libro.
-Yo ya me lo he leído, es muy bueno.
-Sí, es la quinta vez que me lo leo.- me responde con una amplia sonrisa.
-¿Tantas veces?
-Sí, es que es el único que me cabe en el bolso junto con el de Las Aventuras de Jack…
-Ese también es precioso, sobre todo me gusta en principio.
Y así nos pasamos hablando animadamente, como si nos conociéramos desde siempre hasta que empieza a amanecer, hablando de libros
-Bueno. Me tengo que ir.-me dice un poco triste cuando ya el cielo empieza a clarear.
-Yo también. Sera mejor que llegue antes de que mi padre se despierte.
-Si… ¿Hoye… Sueles venir mucho por aquí?
-Más o menos, cuando necesito desconectar.
-Es que era por si mañana… Querías… Que si mañana querías que nos viéramos.- Se nota que está nerviosa, le sudan las manos y mueve los pies nerviosamente.
-Pues claro ¿Mañana a las once y media aquí?
-No… Lo siento pero es que a esa hora acabo de trabajar y me cuesta llegar media hora ¿Te importa que quedemos a medianoche?
-Claro que no, bueno hasta mañana.
Corro con todas mis fuerzas, se me ha hecho tarde y seguro que mi padre está a punto de despertarse.
Cuando llego a casa estoy sudando, los avox ya han empezado a preparar el desayuno, así que intentando que no me vean cruzo el pasillo y me meto en mi cuarto. Para que mi padre no note que he corrido decido ducharme.
La verdad es que me ha impactado mucho haber conocido a alguien que tenga tanto en común conmigo. Era un poco rara, si te fijabas bien en sus ojos parecían un poco felinos, y también al pronunciar las erres le salía un especie de ronroneo; pero estoy ansiosa por volverla a ver.
Cuando acabo me pongo la ropa de Vigilante y me dirijo al comedor donde mi padre desayuna animadamente.
-Ven, tengo una cosa muy importante que decirte.
Me siento en la silla que me ofrecen los avox y me sirvo unas magdalenas de frambuesa con un tazón de leche de vaca.
-Tu profesor y yo hemos decidido cambiar la fecha de tu examen.
-¡Bien!- le respondo contenta.- ¿Cuándo me lo haréis? ¿La semana que viene?
-No, hoy. Y vas a hacerlo en la arena de verdad, con tributos de verdad y mutos de verdad. Lo que tienes que hacer te lo diremos cuando lleguemos.
Me quedo en estado de shock, tengo hoy el examen… Mi futuro dependerá de este día…
El desayuno transcurre en silencio, como el trayecto y lo aprovecho para repasar mentalmente todo lo que me acuerdo que hemos dado en los últimos meses. Cuando llegamos estoy tan nerviosa que me tengo que tomar tres infusiones.
-Bueno, como te ha dicho tu padre hoy tendrás el examen final. Lo que tienes que hacer es fácil. Como ya sabrás, hace poco en la isla numero 3.A.J se utilizó la única vaina que tenía para juntar a todos los tributos que había en ella y para así quitar a un tributo que creíamos insignificante; Peter, pero consiguió escapar.
-Lo que tienes que hacer es matarle.- Me dice mi padre sin rodeos.


------------------------------------------Peter--------------------------------

El capitolio. Todo tiene sentido. Todo estaba planeado. Desde el principio, la posición en la que saldría a la arena, la isla del volcán. Todo. Exhausto por lo que acabo de descubrir me recuesto contra el tronco del árbol e intento aclarar mis ideas.


Gisele lo que me quería decir era que Malus estaba intentando cambiarme de posición porque había descubierto los planes del capitolio. Me habían puesto en un sitio estratégico en el que me incitaba a correr hacia la cornucopia ya que podía ver todo lo que tenía dentro y así querer conseguirlo.

Luego, seguramente creerían que no sabría ni siquiera flotar y que cuando llegara a tierra firme los profesionales ya habrían llegado y estarían matando a cualquiera que se acercara a la cornucopia. Así se quitarían a uno más.

Después, no sé cómo habían hecho para que llegara a la isla… No… Seguramente habían esperado a que llegara y cuando creían que estaba despistado (durmiendo exactamente) activaron la única vaina que había en la isla para matarme.

¿Pero por qué querían matarme? No les había hecho nada, ni siquiera había tenido contacto con ellos. Bueno, solo con M.

Horrorizado me doy cuenta. Ya sabían lo de M y yo. Por eso querían matarme. En el baile M había comentado que su padre era muy protector y que le controlaba; así que por eso querían matarme, para que su hija dejara de estar enamorada de un simple chico del distrito 7.

Así que por eso me intentaban matar… Pero cuando salí ileso de su trampa se enfadarían más seguirán intentando matarme y hasta que lo consigan no me dejaran en paz. Aunque yo no me había dado cuenta por lo visto mi subconsciente ya empezaba a sospechar algo.

Intento asimilar todo lo que he descubierto y mientras lo intento me quedo profundamente dormido.
Cuando me despierto me doy cuenta de que es muy tarde y que al sol le queda un poco para estar en medio del cielo. Así que serán las diez y meda o las once.

Me levanto y sin hacer caso omiso del hambre que tengo me levanto y me dirijo al lago. Bebo una botella llena de agua, me desnudo y me meto dentro. Me lavo tranquilamente con el agua para quitarme la mugre que empezaba a acumular.

También aprovecho para limpiarme las quemaduras que me hice en la isla del volcán. Un escalofrió recorre mi espalda y decido dejar de pensar en eso. También decido lavar mi neopreno para quitarle el sudor.

Es extraño que aún nadie me haya descubierto ya que esta isla no parece aguardar ningún peligro inminente ya que si lo tuviera ya lo habrían activado. 

Cuando  acabo salgo del lago, me seco al sol y me dirijo a la orilla a pescar ya que dentro de poco será la hora de comer y tengo mucha hambre.

Cuando llego a la playa me siento en las mismas rocas del otro día. Intento mantener la mente en blanco para no pensar en lo que he descubierto esa noche, pero como no funciona intento pensar en otra cosa.

Tendría que enterarme de cuantos tributos han muerto y cuantos quedan vivos. Encima hace mucho que no hablo con una persona (si es que lo que hable con Olive se puede llamar conversación)  y necesito hablar con alguien, aunque sea del tiempo... Es una sensación rara… 

Y para colmo con el capitolio intentando matarme, necesitaría a alguien que me hiciera sentir un poco más seguro... Alguien que nos turnáramos para hacer las guardias de noche… Un aliado que me haga sentir mejor y así podría mantener una conversación civilizada con alguien.

Para cuando quiero darme cuenta un pez ya ha picado, retiro la pita con cuidado y cuando tengo el pez lo mato. Decido coger otro para así no quedarme con hambre. Con el canto de un pájaro azul marino lanzo la “caña” al mar y espero.

De repente el pájaro deja de cantar y alarmado se aleja volando. Acto seguido más pagaros de la isla siguen su ejemplo y escapan de la isla como si un peligro inminente se acercara. Extrañado miro a mi alrededor y al no ver nada sigo pescando tranquilamente.

Distraído miro a la orilla y me doy cuenta del extraño fenómeno que está sucediendo: el agua se está metiendo hacia adentro, como si un pequeño imán le impulsara a hacerlo. Horrorizado me doy cuenta de lo que pasa.

Lo más rápido de lo que soy capaz me levanto y hago unos cálculos rápidos fijándome en las olas que vienen. Tengo veinte minutos aproximadamente si la ola mide más quince metros. No me preocupo en recoger nada salvo la mochica y corriendo con todas mis fuerzas salgo corriendo en dirección contraria.

Como el distrito 7 hace tope con el mar, en la escuela nos enseñan a calcular el tiempo que falta para que llegue el tsunami, como escapar de él, etc.

No me preocupo por nada salvo en correr, cuando llego al agua solo me quedan 10 minutos para alejarme todo lo que puedo. Nado lo más rápido de lo que soy capaz, aunque sepa que no llegare a un lugar seguro antes de que llegue el tsunami si me hacerlo lo suficiente me podrá arrastrar asta ella.

Noto como la ola rompe cerca de mí al llegar a la isla y haciendo que un montón de agua caiga encima mía. Horrorizado siento una gran presión encima mí, como si un camión me hubiera pasado por encima. Me hundo e intento salir a la superficie pero soy incapaz ya que la fuerza de la ola me lo impido.

Noto un fuerte dolor en los pulmones, me está empezando a faltar el aire y si no respiro pronto moriré ahogado. He perdido el norte, ya no sé dónde está arriba ni abajo; ni siquiera sé dónde estoy en este momento. Exasperado dejo que unas pocas burbujas salgan de mi nariz y sigo la dirección la que salen. Consigo llegar a la superficie antes de que me ahogue. 

Cojo aire y aliviado miro a mi alrededor. Consigo volver a coger aire antes de que la segunda ola se estrelle contra la isla. Esta vez el impacto es menor ya que estoy más lejos de ella ya que la ola me ha arrastrado. Pero me pilla de improviso y me saca todo el aire que tengo dentro. Intento salir a la superficie pero trago algo de agua y para cuando llego a ella estoy tosiendo para expulsarla.

Me estoy cansando demasiado y pronto tendré que dejar de nadar. Como ya estoy preparado para la tercera ola dejo que me lleve y me arrastre un poco. No tardo en ser arrastrado hasta una pequeña isla como la que encontré el primer día, solamente que esta tiene una palmera.

La intento escalar antes de que otra ola impacte contra la isla del lago y cuando lo hace esta es tan grande que el agua la inunda y llega hasta la isla en la que estoy inundándola a su vez y haciendo que la palmera se mueva violentamente.

Una última ola llega hasta la isla y choca contra ella tan violentamente que escucho el ruido del golpe desde aquí. Cuando llega hasta la isla en la que estoy la palmera se mueve tanto que acaba cayéndose y yo con ella. Cuando caigo el agua del mar se había ido mayoritariamente y choco contra el suelo

Todo se vuelve oscuro.

1 comentario:

  1. ohhhh por favor sigue escribiendo, me encanta tu blog (aunque podrías quitar las faltas de ortografía). en serio la historia es buenísima y desde que me acabe la trilogía he estado buscando algo con los juegos, y parece que al fin lo he encontrado. Felicidadessssssssssssss

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Holaa ;) me encantaria que me dejarais buestra opinión. ideas o fallos que encontreis, si quereis afiliaros dejarme un comentario. Muchas gracias!!